jueves, marzo 28, 2024
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ENRIQUE PEÑA Y EL OPUS DEI

Por Raúl Río Valle

ENRIQUE PEÑA NIETO

 

  1. Plagio, según el Diccionario de la Real Academia Española es “copiar en lo sustancial obras ajenas, dándolas como propias”. Desde el punto de vista legal es una infracción al derecho de autor y es sancionable.

En nuestro país y en otros del mundo cuando se ha comprobado el plagio, en varios casos, ha implicado académicamente el retiro del título obtenido mediante esa acción fraudulenta, es decir, contraria a la verdad y a la rectitud. En México obtener un título profesional te hace acreedor a que se te otorgue una cédula profesional que te permite ejercerla.

Cédula profesional que queda incorporada al Registro Nacional de Profesiones, administrada por la Dirección General de Profesiones de la Subsecretaria de Educación Superior.

En el demostrado caso de plagio, realizado por Enrique Peña en la elaboración de su tesis para obtener el título de Licenciado en Derecho, en la Universidad Panamericana, ésta tiene que, con su normatividad y en sus órganos de gobierno establecidos, en éste caso su Facultad de Derecho, determinar lo procedente, retirar el título que le otorgó en 1991.

Y en tal caso la Secretaria de Educación Pública debería cancelar la cédula profesional correspondiente y retirarla del Registro Nacional de Profesiones.

  1. Así sucedería si se tratase de cualquier mortal, pero hablamos del priísta y presidente de la República como presunto plagiario, de la Universidad Panamericana propiedad del Opus Dei, secta católica de las más influyentes en el Estado Vaticano, a la cual se dice pertenece Peña Nieto y varios de los integrantes del “inexistente” grupo Atlacomulco. Y, finalmente, requeriría la intervención de Aurelio Nuño, destacado integrante del grupo más cercano al presidente.

Como todo debería tener por origen la decisión de parte de Universidad Panamericana de poner en consideración y decidir el eventual retiro del título profesional de Peña Nieto, nos referimos únicamente a los vínculos de Peña con el Opus Dei, que son tan fuertes que hacen realmente imposible que la Panamericana lo haga.

El periodista y escritor Francisco Cruz ha elaborado tres libros fundamentales para conocer los entretelones de la política mexiquense durante el siglo XX y lo que va del XXI. Uno es “Negocios de familia. Biografía no autorizada de Enrique Peña Nieto y el Grupo Atlacomulco”, el otro es “Tierra Narca” y “Los Golden Boys. Los personajes claves en el círculo más cercano de Enrique Peña Nieto”.

Particularmente en el último describe la construcción de un imperio forjado a partir de una amplia red, alianzas, negocios y lealtades entre políticos, empresarios e integrantes del clero católico.

  1. Francisco Cruz dice que algunos tenían duda sobre la pertenencia o no de Enrique Peña Nieto al Opus Dei (Obra de Dios), pues hay quienes lo ubican involucrado con la también influyente secta los Legionarios de Cristo. Y establece que la ayuda e influencias que ayudaron a Peña Nieto para lograr la anulación de su matrimonio en mayo de 2009 y poderse casar con La Gaviota el 27 de noviembre de 2010, demostró su cercanía con el poder Vaticano.

Ubicando la visita que hizo al Papa Benedicto XVI en la Santa sede en diciembre de 2009, como el momento en que demostró su cercanía y pertenencia al Opus Dei. Francisco Cruz dice que en ese viaje estuvo acompañado por el vicario regional del Opus Dei en México, monseñor Francisco Ugarte, y el presbítero Rodrigo Martínez, vicario y secretario del Opus Dei para el occidente del país.

Además, en esa ocasión se reunió con monseñor Tarcisio Pietro Evasio Bertone, secretario del Estado Vaticano y amigo personal de “El nuevo banquero de Dios”, Ettore Gotti Tedeschi, presidente del Instituto para las Obras de Religión o Banco del Vaticano y, por supuesto, soldado del Opus Dei.

Y, dice Cruz, Peña Nieto logró charlar con el entonces presidente de la Comisión Pontificia para el Estado de la Ciudad del Vaticano y presidente del Governatorato del mismo Estado, el cardenal Giovanni Lajolo, prominente opusdeísta. Otro personaje que recibió al entonces mandatario mexiquense fue el vicegobernador del Vaticano o segundo responsable en la administración del Estado, Carlo María Viganó, también relacionado con esta secta.

También a Peña le gestionaron, señala Cruz, un encuentro con el cardenal Bertone que es, desde 2006, secretario de Estado del Vaticano. En otras palabras, es el encargado de manejar todas las funciones políticas y diplomáticas de la ciudad del Vaticano y la Santa Sede, una especie de primer ministro. El Opus Dei le abrió a Peña las puertas de El Vaticano.

No es casual, Bernardo Barranco, especialista en asuntos religiosos, dice que desde su nacimiento ha estado ligado a la fe católica, siendo parte de una familia muy conservadora en Atlacomulco. Las escuelas a las que asistió Peña son confesionales, desde el Colegio Plancarte donde estudió la primaria atendido por monjas hasta la Universidad Panamericana fundada por el Opus Dei.

  1. Dados los estrechos vínculos con el Opus Dei materialmente es difícil que en la Panamericana inicien un procedimiento para cancelar el título de Peña. E imposible que Aurelio Nuño le quite el registro a su cédula profesional.

Para el gobierno todo se reducirá a los “errores de estilo” que señaló el vocero presidencial. O como dijo el asesor de tesis de Peña, en una grotesca e involuntaria broma, que quiso hacer sonar como defensa: “Las comillas de la tesis se perdieron en la imprenta”. De ahí no se moverán.

Pero si la encuesta de julio de el Universal había matado a Peña y la encuesta de Reforma en agosto lo metió en su ataúd, ahora la investigación de Aristegui Noticias reacomodó al muerto en su sepultura, lo puso bocabajo.

Fraude, corrupción, impunidad y el plagio han sido el meteorito que le pone en riesgo de extinción, tal vez definitiva a los dinosaurios políticos.

¿En qué porcentaje de intención de voto va el PRI a nivel nacional? ¿13%, 14%, 16%? El que sea es igual… ¿con esa intención de voto nacional pueden ganar el Estado de México? Los que recientemente dijeron que no dejarían pasar un agravio más a Peña guardaron prudente silencio.

 

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