jueves, marzo 28, 2024
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El fracaso de la bici pública en Toluca

Redacción Diario Evolución

Falta de cultura vial, de sanciones a ciclistas y automovilistas, de infraestructura y especialmente de motivación a la movilidad sustentable, podrían ser algunas de las razones por las que el programa de Huizi en la Ciudad de Toluca no tuvo, ni tiene y posiblemente ni tendrá el mismo impacto y la popularidad como lo es EcoBici en la Ciudad de México.

En un comparativo que hizo el equipo de Diario Evolución, notamos que no hay tantas diferencias en cuanto a los requisitos y el modo de operación de las bicicletas, pero continúa sin resolverse por completo la duda que propone esta nota informativa.

Ambos programas piden como requisitos tener más de 16 años de edad, mostrar una identificación oficial, contar con tarjeta de crédito o débito, comprobante de domicilio y firmar el respectivo contrato. En este sentido, la diferencia radica en que en la Ciudad de México se realiza un diagnóstico de conocimientos en el uso de la bicicleta y en caso de no aprobar la encuesta se ofrece un curso gratuito para adquirir esta información. En Toluca no.

Bicicletas se encuentran en el abandono de mantenimiento, llenas de polvo en las estaciones

Mientras la EcoBici tiene una cobertura de 32 kilómetros cuadrados en 42 delegaciones, Huizi únicamente llega a las 300 cuadras en el Centro Histórico, y es que aunque solo tengan 5 años de diferencia en su implementación, la bicicleta pública continúa sin ser muy bien recibida por los toluqueños.

El horario de uso en la Ciudad de México es desde las 5 de la mañana a las 12:30 de la noche con trayectos ilimitados de 45 minutos y un costo adicional por cada 15 minutos de retraso, en Toluca es de las 5 de la mañana a las 12 de la noche con trayectos ilimitados de 30 minutos y también un costo adicional de 15 pesos por cada 15 minutos de retraso, ambos programas de lunes a domingo.

Pese a estas diferencias y similitudes, EcoBici que tiene un costo de 400 pesos la anualidad es considerado más hacia la movilidad sustentable, pues pasó de 85 estaciones a 444 desde 2010 que comenzó su implementación, según sus estadísticas, en promedio se realizan más de 36 mil viajes diarios y cuenta con una app que indica el estado que tiene cada ciclovía, si cuenta con bicicletas, o espacios para dejarlas, además de marcar cuáles no están operando, eso sin mencionar la gran cantidad de información detallada que brinda su página de internet.

En Toluca, pese a que el servicio es más barato (300 pesos la anualidad) no han aumentado las 26 cicloestaciones que se colocaron en 2014, únicamente se cuenta con 300 bicicletas y su página de internet sólo muestra la ubicación de las ciclovías, y la escasa información de cómo se puede adquirir la membresía.

Sin mencionar la página de Facebook de Huizi que no realiza publicaciones desde hace varios días, y cuando lo hizo la semana pasada, fue para recordar los descuentos que se pueden adquirir si pagas a tiempo el agua y el predial, razón por la cual esa publicación recibió varios comentarios negativos y hasta memes de la utilidad de la bicicleta pública.

Meme sobre Huizi que circula en redes sociales

Otro punto que se quiere resaltar, es la gran notoria falta de cultura de todos los toluqueños; peatones, ciclistas, camineros y automovilistas; todos por igual. Es cierto que a veces se necesita que se nos diga o recuerde lo obvio y la Ciudad de México tiene sanciones para tratar de garantizar la armonía entre la ciudadanía que anda a pie o bien en un medio de transporte.

Por ejemplo, el Reglamento de Tránsito de 2015 de la Ciudad de México señala que por invadir las ciclovías o espacios de ciclistas, se sancionará con corralón y una multa de dos mil 70 pesos; para los microbus, autobús y taxis la pena es de cinco mil 520 pesos; por no respetar la preferencia de paso de un peatón la sanción podría ser de 690 pesos y para los ciclistas que no cumplan con algunas normas como guardar el orden, no adelantarse a vehículos automotores o circular por carriles confinados podrán ser amonestados verbalmente por los agentes de tránsito. En Toluca están suspendidas las infracciones.

Sumado al obvio desinterés de la administración municipal y al innegable objetivo de querer retirarla porque “cuesta mucho dinero” son algunas de las razones por las que consideramos que la movilidad sustentable aún está muy lejos de ser un éxito en la capital del Estado de México, pero al final la última palabra y decisión está en el toluqueño… y en los resultados de la consulta que habrá de marcar el destino de Huizi.

Es más que notorio que no basta con colocar bicicletas en las calles de la capital mexiquense y esperar a que los toluqueños hagan el resto, sin infraestructura, cultura vial y desinterés por el medio ambiente.

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