A 35 años del adiós, Salvador Sánchez vive en la memoria e historia del boxeo
José Ángel Gutiérrez López.
SANTIAGO TIANGUISENCO, Méx.- Fue una jornada emotiva, con dejo nostálgico de tristeza, pero también con gratos recuerdos de una era de gloria, a 35 años de cumplir la cita fatal con el destino. Así es como se recordó al excampeón pluma del Consejo Mundial de Boxeo (CMB), Salvador Sánchez Narváez.
En Santiago Tianguistenco, “Sal” Sánchez fue recordado con una misa, en la parroquia de Nuestra Señora del Buen Suceso, en presencia de la familia encabezada por su señora madre, María Luisa Narváez, así como autoridades locales, fans del boxeo y amigos.
“Me pone nostálgica el recordar esos momentos de sus peleas, me pongo un poco triste, pero al ver tanta gente siento que Salvador no está muerto”, dice la señora Narváez, al mirar a un cúmulo de personas presente frente al atrio y también en el trayecto por el andador principal.
La colocación de flores en su tumba, en el Panteón Municipal, y más ofrendas en su estatua, frente al auditorio municipal, dieron secuencia al aniversario luctuoso.
Una función de boxeo, la última de ocho fechas celebradas en comunidades como Guadalupe Yancuictlalpan y San Nicolás Coatepec, entre otras, dio cierre a la ceremonia, sin faltar la tradicional comida que año con año se ofrece a quienes tienen a Salvador vivo en la memoria.
Salvador, el hijo consentido de Tianguistenco, llegó a este mundo un 26 de enero de 1959. Y gestó su debut profesional en 1975.
El 2 de febrero de 1980 conquistó la corona pluma del CMB contra el entonces campeón Danny “Coloradito” López, en esos tiempos terror de las 126 libras, pero el púgil mexiquense lo avasalló en el 13º de 15 rounds pactados en esos años.
Sánchez realizó nueve exitosas defensas del cetro, con victorias sobre el nigeriano Azumah Nelson, Juan Laporte, el boricua Wilfredo “Bazooka” Gómez y el propio Danny López.
En la llamada mejor pelea de un mexicano en la historia, Sánchez impuso su ley al doblegar a Gómez el 21 de agosto de 1981 en Las Vegas, Nevada, tras derribarlo en el primer round y repetir la dosis en el octavo, aunque en este último fue rotundo tanto el nocaut como la “mordaza” por previos alardes contra los mexicanos.
Salvador combatió por última vez el 21 de julio de 1982, en el Madison Square Garden de Nueva York, contra Azumah Nelson, poco antes de su muerte el 12 de agosto de 1982, cuando estremeció al país la dolorosa noticia del choque de su posrche en la carretera México-Querétaro.
El púgil mexiquense falleció a los 23 años de edad, con un récord de 44 triunfos, 32 de ellos por nocaut, una derrota y un empate. En este 2017 habría llegado a 58 años; no los cumplió físicamente, pero sí los consumó en la historia del boxeo.
