viernes, abril 19, 2024
OpiniónPolítica

Adiós Margarita

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Alfonso Bravo.

Margarita Zavala ha sido un liderazgo importante al interior del PAN; en lo particular le estoy agradecido por el apoyo que me dio cuando me acompañó a pedir el voto de mis vecinos, tal y como lo hizo con muchos candidatos del PAN por todo México, y cuando me invitó a colaborar con ella en la construcción de “Yo con México”.

Su renuncia a Acción Nacional me duele, entiendo las razones, pero no puedo compartir su decisión como parte de la solución. El 3 de noviembre de 1928 Manuel Gómez Morín le escribía a José Vasconcelos:

“¿Vale más lanzarse a una lucha que pueda llevar a los grupos contrarios al exterminio, para lograr el triunfo inmediato o perderlo todo, o vale más sacrificar el triunfo inmediato a la adquisición de una fuerza que sólo puede venir de una organización bien orientada y con capacidad de vida?”.

La auto respuesta que daba Gómez Morín era: “Personalmente creo en lo segundo.”. Y con esa convicción, a pesar de tantos intereses y trabas que le ponía el Gobierno Revolucionario, no cambió su respuesta y en septiembre de 1939 se fundó el PAN.

Por otro lado, Vasconcelos escogió la lucha electoral, inmediata y personal; como se esperaba, el sistema no le permitió llegar y su movimiento pronto terminó.

Yo he aprendido, en Acción Nacional, que la transformación política y la búsqueda del bien común se puede lograr óptimamente desde las instituciones, ya que estas pueden trazar proyectos de mayor permanencia y alcance que el trabajo personal.

La decisión de Margarita es escoger la primera parte de la pregunta Gómez Morín, el darle un golpe al PAN, en pos de una candidatura inmediata; el buscar poner a compañeros en grupos contrarios, es una apuesta por ser candidata y remotamente presidenta o perderlo todo.

No soy ajeno a los problemas que hoy vive mi partido, muchos de ellos mencionados por Margarita en su renuncia; sin embargo, no es posible rescatar a esta institución desde fuera sino solamente estando dentro.

Muchos de los que hemos tenido respeto, admiración y cariño por Margarita, hoy decidimos quedarnos a fortalecer a una institución con más de 78 años de vida y que ha sido fundamental en la democratización de nuestra patria.

Nos quedamos a cambiar lo que no nos gusta y mejorar lo que sí. Por eso como al amigo que se aleja en el horizonte, también, hoy decimos: ¡Adiós Margarita!

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