Hombre de verdad, ¿Quién lo hallará?
Aarón Dávila.
El sabio Salomón lanzó una moneda al aire, tratando por suerte de encontrar un corazón libre de engaño, de maldad o falsedad.
Pero Salomón encontró que el corazón y la mente del hombre son enredosos, continuamente divergen entre sí, exacerbando la razón; lo que más adelante asevera cuando dice: “Los pensamientos humanos son aguas profundas; el que es inteligente los capta fácilmente.”, quedando abierta obviamente la posibilidad del “no”.
El pasado 19 de noviembre se celebró el Día internacional del Hombre; sus objetivos principales son abordar temas de salud masculina, de todas las edades, resaltar el rol positivo y las contribuciones que los varones hacen diariamente, tanto a su comunidad, como a la sociedad; pero este día en particular, para muchos, se volvió un estandarte del machismo, trastornando por completo el o los motivos originales.
“Muchos hombres proclaman, cada uno, su propia bondad, pero hombre de verdad, ¿Quién lo hallará?”.
En este caso, bondad puede entenderse también como lealtad o integridad, hablando de virtud, expone la reacción de todos aquellos que enaltecen sus propios talentos, a cuál más sorprenden con su egoísmo y desinterés por quienes están alrededor de ellos.
Pero decía Salomón: Hombre de verdad, ¿quién lo hallará? Ser un hombre de verdad no tiene nada que ver con quien más mujeres tiene, tampoco es aquel que más pelea o el que más lastima; mucho menos aquel que difama, miente o engaña.
Un hombre de verdad es aquel que hace lo que dice, dice lo que hace y busca lo correcto.
Un hombre de verdad es integro, es firme en sus decisiones, busca ser ejemplo y camina con honestidad y responsabilidad todos los días de su vida.
El hombre de verdad ama a sus semejantes, le apasiona ayudar a quien lo necesita, es reciproco en la amistad, busca la justicia y la verdad.
Un hombre de verdad respeta a la mujer, cuida el medio ambiente, sabe cuándo detener su camino y volver a comenzar.
Justo es quien lleva una vida sin tacha; ¡Dichosos los hijos que sigan su ejemplo!, porque a un hombre de verdad es fácil seguirlo, da gusto seguirlo, el testimonio de su vida alienta y motiva al caído, y al debilitado fortalece.
El mundo que nos tocó vivir es uno que anhela integridad, honestidad, justicia, encontrar el camino de la paz.
Hombre de verdad, ¿Quién lo hallará?