martes, abril 23, 2024
Opinión

Hombre de verdad, ¿Quién lo hallará?

Compartir:

Aarón Dávila.

El sabio Salomón lanzó una moneda al aire, tratando por suerte de encontrar un corazón libre de engaño, de maldad o falsedad.

Pero Salomón encontró que el corazón y la mente del hombre son enredosos, continuamente divergen entre sí, exacerbando la razón; lo que más adelante asevera cuando dice: “Los pensamientos humanos son aguas profundas; el que es inteligente los capta fácilmente.”, quedando abierta obviamente la posibilidad del “no”.

El pasado 19 de noviembre se celebró el Día internacional del Hombre; sus objetivos principales son abordar temas de salud masculina, de todas las edades, resaltar el rol positivo y las contribuciones que los varones hacen diariamente, tanto a su comunidad, como a la sociedad; pero este día en particular, para muchos, se volvió un estandarte del machismo, trastornando por completo el o los motivos originales.

“Muchos hombres proclaman, cada uno, su propia bondad, pero hombre de verdad, ¿Quién lo hallará?”.

En este caso, bondad puede entenderse también como lealtad o integridad, hablando de virtud, expone la reacción de todos aquellos que enaltecen sus propios talentos, a cuál más sorprenden con su egoísmo y desinterés por quienes están alrededor de ellos.

Pero decía Salomón: Hombre de verdad, ¿quién lo hallará? Ser un hombre de verdad no tiene nada que ver con quien más mujeres tiene, tampoco es aquel que más pelea o el que más lastima; mucho menos aquel que difama, miente o engaña.

Un hombre de verdad es aquel que hace lo que dice, dice lo que hace y busca lo correcto.

Un hombre de verdad es integro, es firme en sus decisiones, busca ser ejemplo y camina con honestidad y responsabilidad todos los días de su vida.

El hombre de verdad ama a sus semejantes, le apasiona ayudar a quien lo necesita, es reciproco en la amistad, busca la justicia y la verdad.

Un hombre de verdad respeta a la mujer, cuida el medio ambiente, sabe cuándo detener su camino y volver a comenzar.

Justo es quien lleva una vida sin tacha; ¡Dichosos los hijos que sigan su ejemplo!, porque a un hombre de verdad es fácil seguirlo, da gusto seguirlo, el testimonio de su vida alienta y motiva al caído, y al debilitado fortalece.

El mundo que nos tocó vivir es uno que anhela integridad, honestidad, justicia, encontrar el camino de la paz.

Hombre de verdad, ¿Quién lo hallará?

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *