martes, abril 23, 2024
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Economía mexicana sigue en mera promesa

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*Melchor García* 

Foto: Industria Petrolera.

México ha crecido en los últimos 30 años a un promedio anual del 2.3 por ciento, porcentaje que se ve reflejado en que actualmente hasta el 35 por ciento de los ingresos del gobierno provenga directa e indirectamente del petróleo.

A decir de Carlos García, profesor investigador de la Facultad de Economía de la UAEM,  hace 15 años nuestro país era señalado como una de las 35 economías destinada, según especialistas, a convertirse en una potencia, sin embargo, esa proyección no se ha alcanzado por frenos que han impedido utilizar el máximo de nuestro potencial.

“El desarrollo no es un destino fatal, el llegar a ser un país desarrollado no es destino, es excepción, México tiene las características para serlo”.

Reprocha que las multicantadas reformas estructurales aprobadas, no cumplieron su  objetivo en quitar los obstáculos de crecimiento al país, en la optimización del bono demográfico.

Con ello, señala que la constante, los últimos años, ha sido la dilapidación de nuestro actual bono demográfico (entendido como el porcentaje mayoritario de la población en posibilidad trabajar) pues no se da respuesta a jóvenes en materia de empleo, al reprochar que son ellos quienes a partir de su ingenio y creatividad deben  encontrar espacios para su crecimiento.

“En el México que nos tocará por vivir ya no es simplemente donde trabajo como me género oportunidades de trabajo, porque lo que ya no va a existir son empleos estables y permanentes (…) Lo que tenemos que incorporar es una permanente capacidad de adaptación, pero sobre todo tener la participación suficiente para reconocer las oportunidades  y detectar los retos e identificar las oportunidades” argumenta.

Sostuvo que las reformas estructurales no son el catalizador que se necesitaba para la transformación de la economía, al demostrar que México sigue careciendo de una plataforma de desarrollo en materia de exportación manufacturera.

Como dato de ello, en la década de los ochenta, el  70 por ciento de las exportaciones eran petróleo,  hoy en día no superan más del 15 de hidrocarburo.

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