viernes, abril 19, 2024
Municipios

Familias disfrutan el Día de la Tierra entre manantial, bosque y agua cristalina, en Xonacatlán

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*José Ángel Gutiérrez López*

Visitantes de varios municipios se dieron cita en San Pedro, delegación Mimiapan, donde todavía sobreviven sitios que invitan a proteger el medio ambiente y la biodiversidad.

XONACATLÁN, Méx.- En un entorno de agua cristalina, bosque y un manantial sobrevivientes en un recóndito poblado, familias de varios municipios convivieron entre los árboles y el líquido vital, con el fin de recapitular el Día Internacional de la Madre Tierra.

Este domingo en barrio San Pedro, en la zona serrana de la delegación San Miguel Mimiapan, municipio de Xonacatlán, niños, jóvenes y adultos realizaron días de campo y caminatas entre el bosque, sin faltar el adicional “chapuzón” en el agua fría de la alberca pública.

“Está bien fría el agua, pareciera que está turbia, pero ya vimos que no; lo que hace verla así son las ramitas que caen de estos grandes cedros. No trajimos traje de baño, pero hay que meternos a nadar”, decía doña Rebeca, una mujer que vino con la familia desde Toluca.

Xonacatlán no figura en el mapa turístico, sólo por sus actividades económicas con artesanos, fabricantes de muñecos de peluche, horticultores y productores de árboles navideños, entre otros, aunque cuenta con sitios semiturísticos preferidos por familias mexiquenses.

Precisamente uno de esos sitios es la alberca de San Pedro, ubicada frente a la capilla donde se venera al santo patrono del mismo nombre. Este sitio cuenta todavía con un manantial, que se convierte en un sitio de visita obligado en fechas como el Día de la Tierra.

Esta alberca tiene un islote empastado en su zona central, donde varios árboles y bancas metálicas son el complemento para tomar un descanso, con el paisaje del agua como mudo acompañante, así como el trinar de los pájaros y el escaso ruido de los automotores.

“Está bonito este lugar. Yo no pensaba que Xonacatlán tuviera este tipo de sitios que nos dan nostalgia. Muchos conocimos ríos limpios y hoy los vemos contaminados. Pero sitios como este todavía presumen agua clara”, dijo por su parte el señor Rafael, de Lerma.

En el sector oriente de la alberca hay un camino de pavimento cuya secuencia lleva a los paseantes a la parte alta del cerro, donde el bosque natural –aun con daños derivados de la tala ilegal–, conserva gran parte de esa belleza.

La joven Isabel, quien visitaba el lugar desde Morelia, dijo que en una fecha como el Día de la Tierra vale la pena visitar estos sitios, pues es quizá de los pocos sobrevivientes con agua potable, pura y cristalina, esa que ya no existe en gran parte del país y del mundo.

En el manantial, ubicado entre la capilla y la alberca, tiene acceso limitado donde las visitas aprecian cómo brota el agua del subsuelo, en una imagen que invita a proteger el medio ambiente y la biodiversidad, así como evitar la contaminación y hacer uso responsable de los recursos naturales.

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