Mujer, mamá y paramédica en la pandemia
*Melchor García*
Este fin de semana los festejos de día de las madres serán atípicos para todos, sin la posibilidad de festejar a mamá, poder abrazarla y reconocerla como se merece por la pandemia; sin embargo, habrá otras madres que en el marco de la emergencia lo pasarán fuera de casa, sin los suyos y en la espera de recibir un llamado de auxilio por el COVID-19.
Denis Tovar Orta, paramédica de 27 años de la Cruz Roja, es miembro del personal de salud que nos protege en la emergencia. Mujer, madre y responsable de urgencias, relata como ninguno de los accidentes, eventos y desastres atendidos en los ocho años de permanecer a la corporación se compara con la crisis de salud que nos ataca.
“Ha sido muy difícil en cuestión de economía, en cuestión de que hay muchos servicios y de todos modos tienes que ir preparada para ver si no te toca un paciente con COVID-19, tú no sabes si te toca, no sabes si están contagiados o si todavía no presenta síntomas, entonces tienes que ir cuidado al 100 por ciento.”.
Con el avance de los días, advierte a los incrédulos que la atención, servicios y llamados de auxilio se incrementan. “Muchas llamadas de pánico, muchas personas a consulta se reciben alrededor de a lo mejor unas seis llamadas con pacientes a saber los síntomas o qué pueden hacer si ya están enfermos, las medidas de seguridad, la temperatura no saben la temperatura del cuerpo, para preguntarte cuál es la adecuada cuando se tienen que preocupar.”.
El regreso a casa, reconoce, el día de hoy es para todos los miembros del personal de salud una situación de riesgo por temor a ser ellos quienes lleven el virus a sus seres queridos. “Mucho mi hijo tiene una discapacidad,entonces es un pacientito de mucho mayor riesgo, en mi casa cuando llego me echan laysol, me meten a bañar luego luego, el día que tuvo contacto con el paciente de COVID-19 me quitaron la ropa afuera de la casa, más laysol, por donde pasaba laysol, mucho cloro, todo para que no se vaya a contagiar mi hijo.”.
Llama a creer en la existencia pero sobretodo en la letalidad del virus. A las madres que al igual que ella tienen que trabajar para salir adelante, les pide una vez más mucho corazón que sabe es lo que les sobra.
“A todas las mamás que trabajan que le echen muchas ganas, saben porque están trabajando, así es que siempre motivadas y que toda la gente las respete. No necesitamos que nos premien o que somos mil cosas, no porque a eso nos dedicamos, que solamente nos tengan ahorita paciencia y que sepan que nosotros lo estamos haciendo con las debidas precauciones.”.
Pese al miedo que reconoce tiene al salir todas las mañanas de casa como mujer, madre y paramédico, dice, lo hace todo por su hijo para que pueda salir adelante y vivir un mundo mejor tras la pandemia. “Sí, lo hago por el decirle que lo amo y que estoy orgullosa de él y yo espero que él también esté orgullosa de mí, si vamos a salir de esto y pronto se va acabar y otra vez vamos a poder abrazarnos, vamos a saludarnos como se debe.”, concluyó.