Necesario perfeccionar legislación civil para evitar abandono de adultos mayores: ADT
TOLUCA, Méx. Con el fin de no dejar en desamparo a un grupo social vulnerable como son los adultos mayores, el Grupo Parlamentario del Partido Acción Nacional (GPPAN) por conducto del diputado Alberto Díaz Trujillo, propondrá que los hijos cumplan con las obligaciones alimentarias de sus padres, y a falta o insuficiencia económica de éstos, la obligación debe ser repartida de manera proporcional entre los nietos.
Díaz Trujillo detalló que las personas de la tercera edad deben gozar de este derecho aunque reciban una jubilación gubernamental, que a criterio del juez sea insuficiente para su subsistencia económica.
“Este derecho es congruente con el deber de solidaridad intergeneracional, y con el derecho de reciprocidad en materia alimentaria, lo cual incluye a quien se haya hecho cargo de la crianza de los hijos, sobrinos o nietos cuando eran menores de edad”.
En el día que se conmemora la Toma de Conciencia de Abuso y Maltrato a la Vejez, explicó que las demandas por alimentos son comunes y numerosos cuando se trata de exigir a padres o madres que velen por la manutención de sus hijos, sin embargo, son escasas las personas adultas mayores que realizan ese tipo proceso contra sus hijos, pese a tener fundamentos legales para hacerlo.
El legislador blanquiazul argumentó que el número total de personas de 60 años o más pasó de 200 millones en 1950, a 400 en 1982, y alcanzó los 660 millones en 2005. En el caso de las personas de 80 años, el ritmo de crecimiento se mantiene todavía más acelerado, ya que pasó de 13 millones en 1950, a mucho más de 50 millones en la actualidad, por ello podría alcanzar los 137 millones en 2025.
Agregó: “En el Estado de México, según cifras del Consejo Nacional de Población, la población alcanzó los 16 millones en 2015, de los cuales el 9.2 por ciento son adultos mayores”.
En este sentido, el diputado panista resaltó que la Codificación Civil vigente da un trato superficial a los adultos mayores en sus necesidades alimentarias, situación que los desmotiva a exigir legalmente la debida asistencia económica y afectiva mediante el proceso familiar.
“Los juzgadores cuentan con pocos elementos para dictar sentencias justas para que los hijos se hagan cargo de sus padres de manera equitativa y de conformidad con sus posibilidades económicas, aunado al hecho de que los adultos mayores reciben pensiones alimenticias paupérrimas para vivir de forma digna”.