No festejen el 8 de marzo, mejor exijan erradicar la violencia: Observatorio
Alberto Dzib
Éste lunes algunas miembros del Observatorio Ciudadano de Género en el Estado de México, emprendieron una campaña de concientización frente al ayuntamiento de Toluca para llamar a la gente a que éste 8 de marzo, cuando se conmemora el Día Internacional de la Mujer, no festejen sino abonen a erradicar la violencia que sufre éste sector.
La presidenta del colectivo, Angélica Téllez Rojas, comentó que la petición surge derivado de que a pesar de que en el Estado de México existe un decreto de alerta de género, el papel del gobierno estatal y los 11 ayuntamientos involucrados, puede decirse deficiente si se analizan las acciones que al respecto han desarrollado.
Ejemplificó que hasta ahora se pueden ver concretadas estrategias en materia de difusión de la alerta de género que según el análisis del observatorio podrían funcionar a largo plazo pero no tienen efecto sobre la problemática actual, además de que se ha apostado por introducir a las mujeres en talleres productivos y a juicio de la asociación éstas medidas no podrán impactar en el fondo de la problemática.
“Desde nuestra perspectiva las acciones que han implementado son cursos de capacitación, cursos de gelatinas, cursos de moños o lo que sea y no se han implementado acciones; eso no es una acción efectiva, son paliativos solamente”.
Con éstas valoraciones, quienes encabezan la asociación, aseveraron que los casos de desaparición de mujeres y feminicidios en el Estado no se han corregido y por el contrario, han repuntado de manera importante en el último año, con al menos 49 desaparecidas en éste año y 161 mujeres asesinadas desde 2016, precisamente en municipios marcados por la alerta como Ecatepec, Nezahualcóyotl y Toluca, además de que se enfatizó en que las áreas del norte y sur del estado están desprotegidas pese a que estas prácticas son recurrentes en sus habitantes.
Ante éste contexto, las mujeres del observatorio, pidieron que la ciudadanía entienda éste 8 de marzo la necesidad de reconfigurar el pensamiento social machista desde la visión de que la violencia de género es un problema cultural.