Píibi’k’éek’en, Cochinita pibil
*Eréndira Zavala C*
Uno de los platillos más representativos y típicos de la gastronomía mexicana es la Cochinita Pibil, originaria de la península de Yucatán, en el sur de México, actualmente su degustación está extendida por todo el país.
Su historia se remonta hasta la época prehispánica, en la que se utilizaban especias como el chile para sazonar diferentes platillos y era ofrendada en el Hanal Pixán, Día de Muertos para los fieles difuntos. Su nombre deriva de la lengua maya “Pib” o “Pibil” que significa “enterrado” o “cocinado bajo la tierra”, haciendo referencia al método de cocción de la carne.
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Tradicionalmente, en la antigüedad, la cochinita pibil se elaboraba con carne de faisán, jabalí o venado y el marinado se realizaba solamente con achiote y se construía un horno con piedra o leña, en donde se cocía la carne envuelta en hojas de plátano para mantenerla hidratada y se depositaba en hoyos en la tierra, alcanzando temperaturas de hasta 200° centígrados. Con la llegada de los colonizadores, comenzó a utilizarse el cerdo y a la marinada se le añadió zumo de naranja agria y otras especias.
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