sábado, diciembre 21, 2024
Opinión

Entre modismos y refranes

*Redacción Diario Evolución*

Foto: Diario Evolución.

La tenía, era suya y se le está yendo

Los últimos acontecimientos violentos en la capital del Estado de México alejan a Raymundo Martínez Carbajal, de la reelección que tanto anhela. Su indiferencia ante los hechos y las acusaciones de que no asistió a la reunión de seguridad en el C5, lo han dejado mal parado ante la ciudadanía.

De por sí su imagen es negativa para el electorado, ahora con estos hechos difícilmente podrá ser elegido por su partido para buscar retener el municipio de Toluca. Peor aún, su orfandad política lo pone en una situación delicada, ya que su jefe político, Eruviel Ávila, renunció al PRI.

Se quedaron como el chinito

Tanto andan presumiendo que son los mejores aliados, pidiendo que siga la alianza y presumiendo que gracias a ellos, Delfina Gómez ganó la elección, que el día del inicio de la transición no estuvo presente ningún militante del Partido del Trabajo ni del Partido Verde Ecologista del Estado de México.

De veras estos partidos parásitos de la vida política creen que los morenistas son inocentes y les compran la idea de que juntos tienen casi 900 mil votos. A cómo van las cosas, se van a quedar como el chinito, nomás mirando, porque si en la transición no los invitaron, en el ejercicio de gobierno se ve más difícil. Tal vez Morena considera que con los votos que les regaló y las prerrogativas que eso les va a dar, es suficiente.

Encontró la horma de su zapato

Quien encontró la horma de su zapato fue el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, sin buscar mucho y con un golpe de suerte, Xóchitl Gálvez le ha salido más respondona que muchos, a todas va y todas le contesta.

El presidente ya no haya cómo parar el crecimiento de la aspirante panista, tanto está distraído que creo se ha olvidado de gobernar. Habría que ver qué tanto ha perdido el sueño, no vaya a ser que se nos enferme.

Tapar el sol con un dedo

A un año de la elección presidencial, es un hecho que ya estamos en campañas electorales. Por más que los partidos políticos quieran tapar el sol con un dedo, están incumpliendo y violando las leyes electorales, disfrazando sus actos con la elección de supuestos coordinadores de la 4T y del Frente Amplio por México.

Incluso el Instituto Nacional Electoral (INE), que debería de mediar la situación, se hace de la vista gorda; no solo con las corcholatas, quienes han tapizado el territorio mexicano con sus espectaculares, también con los de la oposición, que también hacen de las suyas. Sin embargo, lo más preocupante no son las campañas o los pleitos de AMLO y la oposición, sino que los verdaderos y múltiples problemas del país cada vez importan menos.

Un ejemplo, la violencia que lamentablemente se ha vuelto parte de nuestra normalidad, en menos de una semana mataron a nueve personas en Toluca; en Jalisco policías fueron emboscados; cinco taxistas fueron asesinados en Guerrero. Además, los ataques con coches bombas han incremento, hechos que desde la Presidencia se han minimizado y se evidencia que los problemas reales son los ataques entre partidos y no los muertos.

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