Investigación revela que la Marina participó en el montaje del caso de Ayotzinapa
*Redacción Diario Evolución*
A 10 años de la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa y pese a las promesas de dos gobiernos federales salientes de revelar que les sucedió a los jóvenes la noche del 26 de septiembre del 2014, una nueva investigación revela sobre la supuesta intervención de la Marina el caso; se les vincula con tortura hacia algunos de los sospechosos del crimen.
Esto evidencia que esto se trató de un crimen de Estado en el que no solo participaron policías locales, sino también estatales, el Ejército y la Marina, situación que habría evidenciado Alejandro Encinas quien era el encargo de investigar los hechos en el sexenio de Andrés Manuel López Obrador, y que tras dicho análisis fuera destituido del caso.
Dicha investigación remonta al 9 de octubre del 2014, donde se realizaron marchas en 25 estados de la República Mexicana, semanas después de los terribles sucesos de la desaparición de los 43 normalistas. El procurador general Jesús Murillo Karam reconoció que cuatro capturas aportaron información que los llevaron a nuevas fosas; revelo la investigación de la página A dónde van los desaparecidos.
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Entre ellos los hermanos Osvaldo y Miguel Ángel Ríos Sánchez, presuntos integrantes del grupo delincuencial Guerreros Unidos, quienes fueron capturados por la Marina, aunque eso no lo dijo el funcionario en conferencia de prensa. Estos dos hombres de entonces 31 y 26 años fueron torturados por efectivos navales, agentes del extinto Centro de Investigación y Seguridad Nacional (CISEN) y personal de la PGR en la Unidad de Operaciones Especiales (Unopes) de la Marina, ubicadas en Coapa, al sur de la CDMX, justo a espaldas de la Universidad Naval.
Indica que estos hombres fueron golpeados, recibieron descargas eléctricas y los sometieron a tormentos psicológicos a fin de que declararan que los 43 normalistas habían sido llevados a La Parota, en Pueblo Viejo, donde se hallaron fosas clandestinas con restos humanos. Esta versión después fue desmentida por el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF).
Sin embargo, una vez que el EAAF tiró esa primera hipótesis, el 7 de noviembre de 2014 Murillo Karam cambió la jugada y presentó los testimonios de Patricio Reyes, Agustín García y Jonathan Orozco donde afirman que los chicos habían sido incinerados en el basurero de Cocula, Guerrero, y sus restos arrojados al río San Juan. En ese montaje, también participó activamente la Marina, según la investigación periodística.
G.L.
