Se manifiestan y las ponen a limpiar
*Melchor García*
En conato de bronca estuvo a punto de terminar la ceremonia por el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, organizada por el Observatorio Ciudadano de Género en la plaza Cuauhtémoc de Toluca, luego de que las pintas de las activistas en el mobiliario público provocaran una intensa movilización de los policías municipales.
La tarde del sábado el grupo de mujeres se alistaba para hacer un círculo artístico y cultural de protesta sobre la Alameda, colocaba en cruces los nombres de las mujeres muertas producto de la violencia feminicida que se vive en el Estado de México, cuando algunas de sus integrantes, encapuchadas, rayaron con leyendas de protesta distintas bardas del espacio.
“¡Edo, Méx, Femicida! decía y se podía leer a metros, expresión que no fue tomada a broma por los policías municipales que iniciaron una acción para detener a la fémina responsable; sin embargo su labor fue impedida por los propios activistas.
El argumento de los inconformes: ejecución de su derecho a la libre manifestación, el argumento de la autoridad: violación al bando municipal. El choque de la autoridad generó momentos de tensión por el deseo de los oficiales por cumplir su labor y el de las féminas por impedir que una menor fuera llevada ante el ministerio público.
Ciudadanos se detenían y manifestaban su sentir por los hechos: “me ofenden más las muertas en el Estado de México que una barda pintada” decían unos. “No pueden pedir el cumplimiento de la ley, violando la ley” respondían otros.
Los policías varones esperaron la llegada de una oficial mujer quien estaba decidida a hacer cumplir la ley; sin embargo entre mujeres buscaron conciliar ofreciendo a la oficial retirar la pinta para pasar de largo la falta, hecho que fue condicionado por los oficiales en la urgencia de enmendar de forma rápida la pinta.
Con ello quedó en segundo término la manifestación y la cifra obscena de mujeres muertas en el Estado de México ganando en el encuentro una disputa estéril sobre la legalidad o no de pintar una barda, y la negativa a manifestarse en los canales de la ley.