El efecto de las redes sociales
*Aarón Dávila*
Las redes sociales han sido comparadas con el viejo Oeste, un mar embravecido, una plaga misteriosa, una novela de ficción, e inclusive, se le ha llamado “el gran mal del siglo XXI”.
En mi muy particular punto de vista, las redes sociales son, por una parte, esa bestia peluda que aún no logramos controlar y, por la otra, esa criatura que no podemos dejar de ver, de tocar, de oler y que, sin pensarlo, saca nuestras más intrépidas caras, articulaciones, palabras y sonidos raros que podamos imaginar.
Invertimos más en las redes sociales que en la educación de los niños, tiempo, esfuerzo y hasta dinero; descubrimos la capacidad que tenemos, los seres humanos, de enamorarnos y desenamorarnos, en tantas y tan variadas formas, que en ocasiones sorprende la estadística.
En fin, el fenómeno de las redes sociales en la actualidad ha dado motivo a múltiples estudios, encuestas, estadísticas y hasta simples comentarios, permítanme mostrar un breve panorama de lo que estoy hablando.
We Are Social realizo un estudio sobre el estado de Internet y de las redes sociales en el 2016, el cual fue hecho para varios países sobre el comportamiento de los usuarios en la red; por supuesto, los resultados que arroja sobre nuestro país son de especial interés y se los comparto.
En México contamos con 127.8 millones de habitantes, de los cuales el 47% usan la web, el mismo porcentaje de personas que están activamente en redes; la conexión desde celular es de un 81% y activos en redes sociales desde celular existen 52.0 millones de mexicanos, un 41% de la población.
El crecimiento anual en México de usuarios se nos indica que ha sido de un 2% con relación al 2015, así como un incremento del 7% de usuarios de redes sociales.
Los usuarios de celular se han incrementado poco en un 0.05%, pero en lo que se refiere a usuarios activos en redes, desde estos dispositivos, la cosa pinta mejor, con un aumento de un 8%.
No sé a ustedes, pero a mí me impactan estas cifras, las redes sociales han rebasado a todos los medios convencionales de comunicación: telegrama, correo postal, correo electrónico, telefonía, fax e, inclusive, la comunicación directa entre personas, lo cual me preocupa bastante; ya que, comunicarnos directamente en forma personal es uno de los grandes tesoros de la humanidad.
(Ojo, no digo que a través de las redes sociales no nos comuniquemos, porque en realidad sí lo hacemos, pero la forma, la esencia y el resultado, es algo que aún no controlamos al cien por ciento, al menos no todos.)
Permítanme explicarme, las redes sociales, por ejemplo, han cambiado la forma en que los jóvenes y adolescentes se comunican y relacionan, pero ¿para bien o para mal?
Facebook, YouTube, Instagram, Twitter y Snapchat se han vuelto “indispensables” en el día a día de la mayoría de los adolescentes y son pocos los que renuncian a tener presencia en alguna de estas redes.
Pero la actividad en estas plataformas les genera depresión, ansiedad, problemas de sueño e inseguridad, según ellos mismos admiten en un estudio realizado en Reino Unido, por la Sociedad Real de Salud Pública (RSPH, por sus siglas en inglés).
Mi hijo de 13 años suele ir a la cama a descansar diariamente a las 21:00 hrs, en ocasiones se acuesta un poco más tarde, pero esa es la hora acordada.
En cierta ocasión, mi hijo se despidió de mi esposa y de un servidor y se retiró a su recamara, transcurrió aproximadamente una hora antes de que nosotros nos retirásemos también para descansar; al pasar junto a la habitación de mi hijo alcance a percibir una destello de luz proveniente del interior, con cierta curiosidad abrí sigilosamente la puerta y ahí estaba, tal como lo pensé, mi hijo seguía despierto, pero para mi sorpresa no solo él, pues chateaba por WhatsApp con varios de sus compañeros de la escuela.
Resulta que tenían un grupo creado, por el que se comunicaban todos, lo cual me parece maravilloso, en mis tiempos hacíamos lo mismo, pero con palomas mensajeras.
De manera que, los angelitos en lugar de ir a la cama a dormir se quedaban haciendo guerra de memes (los memes, para quienes no están familiarizados, con el termino, son fotos de diferentes personajes públicos como artistas, deportistas, políticos e inclusive caricaturas, incluyen textos que parodian, satirizan o simplemente utilizan para reírse de la torpeza o errores de otros) se dan cuenta de lo que hablo.
En ese momento encendí la luz de la habitación, me acerqué a mi hijo, le pedí su teléfono y, claro, él me lo entrego inmediatamente, no sin acompañar el acto con una cara de yo no fui, ¿ya saben de lo que hablo, verdad? Pues bien, me moría de la risa por dentro, pero asumí mi papel de padre y sentándome junto a él le expliqué lo siguiente:
Mira, hijo, que divertido parece lo que hacen, pero, en primer lugar, sabes lo que pienso de burlarse en cualquier forma de los demás, no es correcto, pues es una falta de respeto, no sólo para quién es dirigido el mensaje, sino para ti mismo o quien lo envíe, por el sólo hecho de ser miembros de la misma estirpe.
Somos seres humanos y no existe absolutamente nadie a quien yo deba faltarle al respeto sólo por pasar el tiempo; en segundo lugar, debes entender que la actividad en las redes sociales, justo antes de tratar de dormir, no es conveniente, debido a que la exposición a la misma luz del dispositivo, y sobre todo ya con la luz de la habitación apagada, daña tu vista, sin mencionar que toda esa información genera movimiento en tu mente y tu subconsciente, o inconsciente, y esto a su vez genera cierto grado de estrés y actividad no necesaria antes de tratar de descansar.
Así que, después de darle una breve explicación, le pregunte si le quedaba claro, (a manera de fijar y confirmar la información vertida) a lo cual respondió: sí, papá, lo siento.
Mire usted, a mi parecer, las redes sociales son tanto un gran medio, como uno terrible; permítanme explicarlo, utilizadas de la manera correcta, cualesquiera que sean, son un medio de enlace y comunicación maravilloso, la posibilidad que te da de conectarte con tanta gente es infinita, y tal vez la pregunta sea ¿cómo utilizar las rede sociales correctamente?
A lo que he de responder de la forma más sencilla, úsalas para comunicarte, que para eso fueron creadas, no para insultar, no para encontrar errores en los demás, no para criticar, no para menospreciar; simplemente comunica, expresa, comparte tus alegrías y tus tristezas, tus logros, tu necesidad por ser apoyado cuando es el caso.
Es impresionante cuando la gente se une en las redes, la respuesta solidaria a las crisis y los problemas de la gente; gente ayudando a gente, de eso se trata todo este asunto, edifiquemos relaciones honestas, compartamos mensajes de paz de harmonía, dejemos que fluya el poder de la verdad.
Allá en los proverbios de Salomón encontramos lo siguiente: “Existen hombres cuyas palabras son como golpes de espadas; más la lengua de los sabios es medicina.”.
Por increíble que parezca, hay personas que con todo el dolo y mala fe utilizan las redes sociales para causar mal.
No seamos nosotros participes del mal, antes bien, permitamos que estos medios de comunicación, tan maravillosos, cumplan su verdadero fin, extender el pensamiento y la palabra de la humanidad; esa es la universalidad de la web.