Un verdadero tesoro
*Aarón Dávila*
Lucas, el médico, decía en su evangelio: El hombre bueno del buen tesoro de su corazón saca lo bueno y el hombre malo del mal tesoro de su corazón saca lo malo, porque de la abundancia del corazón habla la boca.
El hombre bueno representa a todos aquellos que por decisión propia se apartan del mal, hombres y mujeres que acertadamente entienden que obrar bien genera bien y obrar mal, al final del día, sólo genera destrucción.
Pero Lucas hablaba de algo más profundo: El hombre bueno del buen tesoro de su corazón saca lo bueno. Quiere decir que quien atesora cosas positivas en su corazón buenos deseos, sabiduría, inteligencia, amistad, valores, amor, esos serán los bienes de su tesoro.
Un verdadero tesoro le da valor a tu vida, te inspira fortaleza, te ayuda a salir adelante cuando se presentan los problemas, te hace fuerte, te hace vivir tranquilo, te da motivos para emprender nuevos proyectos y andar diferentes caminos.
Por su parte, el rey Salomón decía en sus proverbios: Mi padre me enseñaba y me decía guarda mis razones en tu corazón, cumple mis mandamientos y vivirás. Adquiere sabiduría e inteligencia y nunca te olvides ni te apartes de las palabras de mi boca; ama a la sabiduría, nunca la dejes, y ella te cuidará y te protegerá.
En primer lugar, adquiere sabiduría sobre todas las cosas, adquiere inteligencia, hónrala y ella te enaltecerá, abrázala y ella te honrará. Adorno de gracia pondrá sobre tu cabeza, te coronará con una bella diadema. Ama la sabiduría, nunca la dejes y ella te cuidará y te protegerá. En estos tiempos, justamente cuando vivimos inmersos en corrientes de obscuridad.
El esposo le miente a la esposa, la esposa al esposo, los padres le mienten a los hijos y los hijos a los padres, los maestros les mienten a los alumnos y hacen como que les enseñan y por su lado los alumnos le mienten al maestro y hacen como que lo escuchan, los jefes les mienten a los empleados y viceversa.
Vivimos en una sociedad que se ha acostumbrado a vivir de la mentira, la corrupción, el egoísmo, el robo; mientras no sea a nuestros bienes o a las cosas que amamos.
Atesora sabiduría, justicia, honestidad, alegría, amistad y siempre tendrás un corazón lleno, un corazón que atesoré un verdadero tesoro, uno que no se corromperá con nada, que no podrá ser robado por nadie, que no se echará a perder con el tiempo, que nunca se apartará de ti.
“Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón, porque de él mana la vida, pero la senda de los justos es como la aurora; su luz va en aumento, hasta la plenitud del día. El hombre malo del mal tesoro de su corazón saca lo malo, porque de la abundancia del corazón habla la boca.”
Si en nuestros corazones solo existen malos deseos, rencores, raíces de amargura, dolor, tristeza, insatisfacción, abuso, intriga, mentira, falta de interés o de pasión, esos serán entonces los bienes de nuestro tesoro.
De la abundancia de tu corazón hablará tu boca, si en tu corazón hay cosas positivas, ellas hablarán por ti.
Hace un tiempo un amigo me preguntó: ¿Por qué hay tal ausencia de valores en la actualidad?; a lo que respondí, por la falta de buenos tesoros en nuestros corazones.
¿Por qué un adolecente o un niño deciden quitarse la vida? La respuesta es por la ausencia de buenos tesoros en sus corazones.
Si en el momento de mayor crisis buscan en sus corazones amor, paz, alegría y buenos recuerdos y lo único que encuentran es tristeza, desesperanza y abandono, es claro que no habrá nada que los ayude a librar ese momento de destrucción.
Debemos cambiar con urgencia el rumbo que llevamos como sociedad, nos hemos acostumbrado a vivir de anti-valores, el dolor y el desamor, se tornan comunes, no lo permitamos; estamos a tiempo para recuperar el tiempo perdido, para recuperar el corazón de nuestros hijos, de atesorar buenas cosas en nuestros corazones, los de nuestra familia y por consecuencia de nuestra sociedad.