Alertan que migrantes podrían utilizar rutas alternas más peligrosas en su cruce a EU
*Melchor García*
Derivado de que Estados Unidos decidió reforzar el control y la vigilancia de su frontera con México, organizaciones no gubernamentales advierten el cambio en la reorientación en el flujo migratorio por rutas más peligrosas, en un incremento considerable de las dificultades y los riesgos que enfrentan los migrantes en tránsito en la frontera.
Marco Antonio Sánchez, investigador en materia migratoria de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEMéx), explicó que las consecuencias de esta reorientación de los flujos de migrantes internacionales los llevará hacia nuevas localidades fronterizas utilizadas como espacios de tránsito o estancia temporal; es decir, los expondrá a mayores riesgos y violencia.
Señala que esto sólo beneficiará a los grupos criminales dedicados a la trata y extorsión de estas personas.
“Esto puede entenderse como un sinónimo de mayor violencia hacia las personas en tránsito; de igual forma, se beneficia al crimen organizado que transitará hacía otros escenarios de mayor poder de crimen y vulnerabilidad de los migrantes.”, notificó.
Argumentó que, si bien el presidente de los Estados Unidos ha incrementado el discurso antimigrante, esta ha sido la tendencia de los últimos 12 años, en donde incrementó “enérgicamente” el número de agentes de la patrulla fronteriza.
“En 1993 se incrementó el número de agentes en la frontera, de 450 al año, con lo que se llegó a 11 mil en el 2006; ese mismo año, la cámara de representantes aprobó seis mil efectivos adicionales de la guardia nacional en la frontera, así como el incremento de mil agentes más en la patrulla fronteriza y la construcción de centros de detención para cuatro mil inmigrantes.”, relató.
Como resultado de todas esas acciones, el flujo de migrantes fue desplazado hacia zonas menos visibles y usualmente deshabitadas en las fronteras de California, Texas y Arizona; esto, detalla, provocó su traslado hacia espacios más peligrosos y agrestes de la geografía fronteriza, especialmente hacia la desértica región de Sonora y Arizona, registrando más de 3 mil muertes tan sólo en el periodo de cinco años.
