Les festejan el día en Hospital para el Niño de Toluca
*Melchor García*
“A la voz de Don Gato, Benito y Cucho a los Niños los queremos mucho” fue que este 30 de abril, Día del Niño, madres, padres, hermanos y abuelos, pero sobre todo una juventud entusiasta del voluntariado del Instituto de Salud del Estado de México (ISEM) festejaron a los pequeños que luchan por recuperar su salud en el Hospital para el Niño de Toluca.
Por unas horas, este espacio, que atiende en la actualidad a 130 pequeños, dejó de ser punto de sufrimiento para transformarse en una área de juego, en donde el Capital América, Iron-Man y las princesas llevaron a los niños a olvidar las jeringas y los análisis para recuperar la sonrisa y volver a ser niños.
“Pues un día en el que nos festejan.”, Rafael Mejía, paciente del nosocomio; “Ya estoy bien, ya me siento bien.”, Eduardo, otro paciente.
El Hospital para el Niño que atiende por igual a pacientes que luchan contra la leucemia y el linfoma, como el cáncer número en los pequeños, a niños con hemodiálisis o trasplantes en tratamientos que pueden llevar de dos a tres años, abre este espacio como una oportunidad para atender la parte psicológica de los pacientes y darles un envión anímico en su batalla; se sabe que muchos de estos niños experimentan depresión como enfermedad paralela en su condición.
“El apoyo de psicología que tenemos en el hospital es muy bueno, está muy pegado a los pacientes, así como el servicio de trabajo social, pero además tu vez todo esto, muchas fundaciones que llegan a venir aquí al hospital aportan bastante, la Secretaría De Salud apoya, con una escuela, una expansión para que los niños que requieren estar hospitalizados lleven seguimiento de sus estudios.”, Joaquín Rincón, director del hospital.
Por una ocasión a la semana los médicos cambiaron su dieta y se les dio una licencia para comer pastel, refresco y dulces, también recibir un juguete; mientras de fondo se les cantaba su canción favorita ‘Libre soy’, como recordatorio para todos aquellos que nos dejamos vencer ante la rutina de la vida.
