A cuatro años del feminicidio de “Jessi”, hay tristeza familiar y exigencia de justicia
*José Ángel Gutiérrez*
Con apatía de las instancias de justicia amalgamada en la tristeza de una familia, hoy se cumplen cuatro años del feminicidio de la doctora Jessica Sevilla Pedraza, cuya desaparición en Xonacatlán culminó con el hallazgo de su cuerpo violentado en Huixquilucan, sin un culpable detenido hasta la fecha.
El cuerpo de “Jessi”, como era conocida por amigos y familia, yace en el panteón de Santa María Tetitla, en el municipio de Otzolotepec, donde radican sus padres, Juanita Pedraza Benítez y Abel Sevilla Morales, quienes llevan flores y una exigencia de justicia hacia la tumba.
La madre de Jessica dio a conocer que en reciente contacto con el titular de la Fiscalía General de Justicia del Estado de México (FGJEM), Alejandro Gómez Sánchez, el funcionario no se hizo responsable de concluir las investigaciones para dar con el presunto feminicida.
Aquella instancia le indicó que “haría lo posible”, aunque “no se comprometía” a concluir el proceso, por ello, doña Juanita, quien contiene las lágrimas y se da ánimos, recrimina que “nuestro estado es omiso e indolente con las familias de desaparecidos y víctimas” de feminicidio.
Jessica Sevilla Pedraza desapareció el viernes 4 de agosto de 2017 en una gasolinera de la delegación San Antonio, en el municipio de Xonacatlán, a bordo de su automóvil Mazda rojo, en compañía de un sujeto, quien tuvo el último contacto con ella en vida.
Al siguiente día, el sábado 5 de agosto, en horas de la tarde, cuando ya había una Alerta Odisea, fue hallada decapitada y con el rostro desollado en el paraje Piedra Larga de la comunidad El Hielo, en Huixquilucan, donde se comenzaron a tejer inconsistencias sobre el caso.
Relatos de su madre indican que desapareció cerca de las 15:00 horas, aunque el aviso lo recibió a las 21:00 por parte de una compañera de trabajo del Hospital Regional Xonacatlán, su sitio de trabajo. Ella también laboraba en el Centro Médico de Toluca en Metepec.
El día 5 la familia realizó brigadas de búsqueda, inclusive, con una adicional reconstrucción de hechos por parte de la Policía Ministerial, aunque todo indica que esa dinámica fue la última acción de la FGJEM en favor de la familia
La última ubicación de Jessica se conoció por palabras de quien la acompañaba, José Javier “N”, a las doctoras del hospital regional, donde arribó el sujeto con una herida de bala, supuestamente recibida en el plagio del que fuera víctima la trabajadora de la salud.
Hoy día, la familia exige justicia, porque el dolor de una madre sigue latente, aun con los gratos recuerdos de “Jessi”, mamá de un menor [hoy de cinco años y medio de edad], quien pronto también exigirá justicia por este crimen que remeció a la comunidad en Otzolotepec.