Aceleran trámites de adopción en la entidad mexiquense
*Melchor García*
Burocracia, papeleo, entrevistas y una larga y tediosa espera es a lo que históricamente se enfrentaban parejas que solicitaban recibir en adopción a un niño, la mayoría de las ocasiones para recibir una sentencia negativa, luego de años de espera; hoy, a partir de una reducción en los procesos promovida por el Poder Judicial del Estado de México, esta espera puede verse reducida a meses y un plazo final para recibir sentencia de cinco días.
María Hernández Garduño, titular del juzgado especializado en procedimientos de adopción y restitución internacional de menores del Poder Judicial, informa que en lo que va de año se tienen 40 adopciones logradas, una cifra significativa; además de que se han ampliado los márgenes de edad en los que se reciben a los niños, con casos de éxito de hasta 15 años.
“La adopción se da en niñas, niños y adolescentes lo que quiere decir que estamos hablando de menores de hasta los 18 años, pero aquí en el juzgado hemos tenido experiencias de chuiquitines de hasta meses, hasta tener dos, tres años o cinco años, pero si hemos tenido casos de niños de 10 años, de 11 años, lo más grande de 12 y 14 años, 15 eso es lo he hemos vivido.”, expresó.
Explica que en esta instancia se define en cada caso si los menores regresan con su familia original, se quedan en un albergue o son dados en adopción; la mayoría proviene de un núcleo familiar de violencia u abandono, lo que implica en términos legales el término de la patria potestad.
“Con la creación de este juzgado nosotros conocemos tres procedimientos, que es el de adopciones, el de restitución internacional y el sumario de patria potestad; la suma es lo que ha ayudado que los chiquitos encuentren más rápido una familia y empiecen a estar con una familia que es lo que corresponde.”, manifestó.
Actualmente, el EdoMéx concentra solicitudes de adopción de estados del centro de la República, como Puebla y CMDX; pese a que se ha acelerado el proceso, el poder judicial de la entidad ha establecido mayores candados de revisión de los padres, tanto de solvencia moral, económica, psicológica y laboral, que les permita tener certeza del hogar al que son enviados los niños.
