Acoso sexual normalizado
*Melchor García*
Datos de la Secretaría de la Función Pública revelan que a nivel nacional se denuncian 25 mil casos anuales de acoso sexual en la oficina. Sin embargo la cifra negra es altísima ya que se estima que solo el 40 por ciento denuncia, mientras que el 25 por ciento de las mujeres que alzan la voz, pierden su trabajo.
Esta situación orilló al Gobierno del Estado de México a obligar por ley a las dependencias de los tres poderes, a los municipios e incluso a los organismos descentralizados a crear una Unidad de Género en todas su oficinas para contener el acoso sexual y hostigamiento.
De acuerdo con la especialista en Estudios de Género, Karla Castañeda, los acosos sexuales en oficinas y otros ambientes proliferan sin denuncia porque la violencia se ha normalizado y los tocamientos son parte de la vida de las mujeres desde los cuatro años.
Señala que mecanismos para denunciar estos hechos y mucho menos redes de apoyo, las mujeres se convierten en víctimas de los deseos sexuales desde la primera infancia, por lo que en su vida adulta si un hombre las toca de manera indebida o les habla con un tono que devela deseo, no lo entienden como un delito, apuntó.
“Algo que pareciera tan normal o tan común, como es un piropo, un grito o un claxonazo, es acoso y lo hemos naturalizado. Todo se de da desde muy pequeñas, cuando empieza el hashtag de #MiPrimerAcoso nos dimos cuenta de que desde los cuatro, cinco años las niñas están siendo víctimas de acoso y abuso, y nos enseñan a sentirnos incómodas pero no decimos porque no nos van a creer porque es ‘normal’ y así crecemos, de ahí nace la tolerancia al acoso”.
Castañeda afirmó que este fenómeno de violencia se ha normalizado al punto de que las instituciones no generan mecanismos para visibilizarlo y que haya denuncias, pues las propias autoridades minimizan.
“Si vas a denunciar que alguien te gritó en la calle o te dio una nalgada, te piden que no los hagas perder el tiempo porque hay cosa más importantes, es decir, revictimizan a quien sufrió acoso, lo que abre el camino a otro tipo de agresiones físicas, porque los hombres saben que hay impunidad”, finalizó.