Ante efectos del COVID-19, lugareños y visitas aceleran compras en Xonacatlán
*José Ángel Gutiérrez*
El tianguis operó con medidas y se registraron breves filas y aglomeraciones en negocios fijos de insumos en calles aledañas, en la víspera del festejo de Año Nuevo.
Ahora con medidas de prevención más notables que en antaño, habitantes y visitantes apresuraron compras de Año Nuevo en Xonacatlán, en un limitado tianguis cuyas inmediaciones registraron movilidad y filas cortas en expendios destinados a la venta de insumos alimenticios.
El incremento de decesos en esta demarcación obligó en cierta medida al uso de cubrebocas entre lugareños; sin embargo, no faltaron algunas personas de casa o de visita con renuencia a cubrir boca y nariz, mientras que otras protegían la boca y dejaban “liberado” el olfato.
Aunque no registró marcadas aglomeraciones de personas, el municipio no suspendió el tradicional tianguis de los días miércoles en la fusión de las calles Niños Héroes y Santos Degollado, así como oriente y poniente de Benito Juárez, parte frontal del edificio de la alcaldía.
En cuatro accesos al tianguis, los propios comerciantes destinaron a sus colaboradores para aplicar gel antibacterial a quienes ingresaron por sus compras, con el fin de proteger el consumo de insumos y sobre todo comida preparada que fue ofertada sólo para llevar.
Nuevamente con espacio para aparcadero en ambas aceras, la calle Independencia, vía principal, presentó el cotidiano lleno de vehículos, algunos en doble fila, aunque hoy una patrulla de la policía estatal rondó para exhortar a sus conductores a estacionar correctamente.
En esta misma vialidad, establecimientos conocidos por su venta de productos de la canasta básica intentaban comerciar en orden, a través de accesos habilitados para entrada y salida, pero en momentos los compradores rompían la medida y formaban pequeñas agrupaciones.
Tiendas de conveniencia y farmacias de franquicia limitaron la cifra de acceso al público, de igual forma que la conocida cadena amarilla de electrodomésticos, aunque esta última batalló por la “sana distancia” en la parte exterior, donde varios no guardaban la longitud necesaria.
Durante un recorrido, Diario Evolución constató que en el área de comercios de la calle Francisco I. Madero, consumidores con necesidad de hacer compras de fin de año se formaban en filas tanto en un mini súper como en tortillerías y carnicerías acreditadas en la zona.
Negocios no esenciales cierran a las 17:00 horas y aquellos con insumos lo hacen después, con el fin de mitigar contagios por COVID-19, que al momento arroja saldo de 520 casos confirmados y 77 defunciones, según cifras oficiales, aunque la realidad es todavía más cruda.
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