Campo mexiquense padece sequía acentuada
*Melchor García*

En el último año el campo mexiquense produjo 20 por ciento menos de los dos millones de toneladas promedio de grano que se cosechan cada ciclo agrícola; las afectaciones por la pandemia que frenaron en arranque de la siembra habrían sido un factor en contra, pero, sobre todo, se advierte, la sequía que no da tregua a nivel nacional.
De acuerdo con datos de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) al menos 200 de las presas más importantes de la red de suministro de agua a los principales centros urbanos están por debajo del 50 por ciento de su capacidad, otras más en situación crítica, como reflejo de la falta de lluvia.
“Esta sequía es de los efectos climatológicos que más impactan en la agricultura y que están asociados precisamente a la productividad, en el altiplano mexicano el ciclo primavera verano agrícola inicia en los meses de marzo abril y tienen que ver precisamente con las lluvias que se necesitan para que las siembras den buena productividad.”, dijo.
Gerardo Díaz, director general de Agricultura de la Secretaría del Campo, advierte que según proyecciones meteorológicas este 2021, se mantendrá al menos la tendencia de falta de lluvia por lo que la estimación es no recuperar los balances de cosecha, principalmente de maíz, que se tenían hasta antes de la pandemia.
“Esto se deriva de un efecto climatológico que se conoce como el fenómeno de la niña donde en el norte hay vientos cálidos que generan que disminuyan las lluvias y esto impacta mucho en el estado.”, indicó.
En el Estado de México se tienen 500 mil hectáreas dedicadas a la producción de cultivos, primordialmente de maíz, de las que dependen hasta 90 mil agricultores por lo que, si la lluvia sigue sin aparecer, obligaría al sector a la importación de granos para garantizar la seguridad alimentaria toda vez que la demanda no baja, lo que afectará al precio y una vez más a los productores.