domingo, diciembre 15, 2024
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Desde las Alturas

*Arturo Albíter Martínez*

Foto: Especial.
  • El inicio de la cuarentena fue oxígeno puro para el rector de la UAEMéx, Alfredo Barrera; ahora su inactividad y poca presencia tienen en la incertidumbre a la comunidad universitaria.
  • A 11 meses de terminar su gestión, seguramente los problemas que lo rodean no van a desaparecer.
  • Comentario del día: Con el semáforo de regreso a las actividades, el Gobierno Federal sólo pone en evidencia que no tiene control.

Cuando inició la contingencia por la pandemia, las cosas en la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEMéx) no iban muy bien; de entre todas las crisis que ha vivido la institución en la gestión de Alfredo Barrera, esa era, quizá la más complicada.

Desde hace mucho tiempo, la Universidad no vivía momentos tan álgidos, la toma de espacios educativos eran acciones que parecía habían quedado en el pasado, pero el poco tacto de parte de las autoridades las revivieron.

El rector no supo contener el problema que se le vino encima cuando alumnos inconformes por el tema de acoso por parte de profesores y compañeros; empezaron a exigir renuncias y una serie de peticiones que poco a poco se volvieron inalcanzables.

El escaso tacto político y una intransigencia evidente, no le permitieron darse cuenta cuando el movimiento universitario empezó a ser infiltrado por grupos externos que sólo buscaban desestabilizar, más allá de las peticiones que hacían los estudiantes.

Entonces el problema con la pandemia ocasionada por el coronavirus se extendió por el mundo y llegó a México. En el momento más complicado se ordena una cuarentena y los primeros que tuvieron que dejar sus actividades y encerrarse en casa fueron los estudiantes, incluidos evidentemente los universitarios.

De esta forma, la mayoría de los espacios que habían sido tomados fueron regresados, aunque lamentablemente fueron vandalizados.

Desde entonces han pasado dos meses y las apariciones del rector han sido escasas y cuando lo ha hecho sólo ha dejado más incertidumbre entre la comunidad estudiantil.

Y lo que parece más increíble, que una de las Universidades clasificadas en un rango del décimo al décimo quinto lugar nacional no haya dado a conocer un plan de regreso a clases, bajo la tan mencionada “nueva normalidad”.

Investigadores, especialistas, docentes y nadie sabe de alguna propuesta al respecto.

¿Cómo enfrentará la UAEMéx el regreso con el número de estudiantes que tiene en este momento?

Sólo por poner un ejemplo, ¿Cómo volver a clases con salones que tienen un promedio de 35 a 40 alumnos? ¿O que en un sólo turno convivan en un plantel alrededor de mil estudiantes cómo sucede en la Preparatoria 1?

Por otro lado, ha quedado claro que las clases en línea no han dado los mejores resultados y eso es algo que no debe causar sorpresa, nadie estaba preparado para afrontar una circunstancia de este tipo y los profesores, ni los estudiantes estaban capacitados para eso.

Ahora, para el próximo semestre van a cursar los semestres primero, tercero y quinto, pero nadie sabe cómo habrán de afrontarlo, a menos que sea el secreto mejor guardado.

¿Seguirá cerrada la UAEMéx?

En el extremo de las cosas, la comunidad universitaria, al menos los trabajadores, no saben oficialmente si regresan a trabajar el primero de junio como lo tenían contemplado al inicio de la contingencia o como es de esperarse, deben seguir en sus casas

Algunos planteles ya se adelantaron y mandaron oficios para comunicar que no regresarán el lunes como se tenía contemplado de inicio, tal es el caso de la Facultad de Economía, Turismo y Odontología.

Han hecho llegar oficios donde comunican que la entidad se mantiene en semáforo rojo, por lo que no es posible regresar a las actividades normales, lo cual sucederá hasta que lo cambien a verde.

Y resaltan que no se sabe la fecha exacta de regreso a las actividades, por lo que es necesario continuar labores a distancia desde la seguridad de las casas.

Pero, ¿Y el comunicado oficial de Rectoría? Al menos hasta el momento en el que se escribía esta columna no había nada al respecto. El rector con un par de apariciones que dejan más incertidumbre que aclaraciones, parece que aprovecha al máximo la cuarentena.

A final de cuentas, mientras los espacios continúen cerrados ”no pasa nada”. Ya cuando anuncien el semáforo verde verán lo que hacen.

Si a lo anterior le sumamos que el semáforo verde puede llegar hasta julio, entonces eso quiere decir que sólo le faltarán unos meses más en el cargo.

En relativa calma el segundo semestre del 2020. Y digo relativa, porque si bien el tema se “calentará” conforme pase el tiempo, es hasta los primeros días de enero que las cosas empezarán a hervir.

En marzo es el último informe, antes se emite la convocatoria para que se registren los interesados y en mayo toma protesta el que gane la elección.

Eso quiere decir que le quedan 11 meses en los que seguramente los problemas no van a desaparecer. Vaya gestión para el olvido.

COMENTARIO DEL DÍA: CON EL SEMÁFORO DE REGRESO A LAS ACTIVIDADES EL GOBIERNO FEDERAL SÓLO PONE EN EVIDENCIA QUE NO TIENE EL CONTROL.

Ayer comentamos que la titular de la Secretaría de Gobernación, Olga Sánchez, que por cierto ha tenido una escasa participación durante la contingencia por el COVID-19 salió a dar la cara para dejar en claro que los Gobiernos estatales debían seguir las indicaciones del Gobierno Federal en el tema del semáforo para el regreso a las actividades.

Se fue duro contra los mandatarios y afirmó que no se puede tener consideraciones con los semáforos locales ya que no habría coordinación en el país y no puede ser que abran o mantengan cerrado cuando quieran.

Una “orden” que no cayó muy bien a muchos mandatarios.

Unos aceptaron aunque no era lo acordado en un principio, tal es el caso del Estado de México, otros no lo harían.

Y es que cuando se anunció el plan en el ámbito federal acordaron que sería responsabilidad de los estados, ayer que no.

Pero hoy de nueva cuenta dan marcha atrás y la misma Olga Sánchez tiene que salir a decir siempre no, que será por regiones. Incluso el mismo ejecutivo federal dice que no se va a pelear con los gobernadores.

En un tema vital para el sector salud y el económico en el presente y futuro inmediato del país y todo apunta a que el gobierno federal no tiene el control.

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