Desde las Alturas
*Arturo Albíter*
La elección de director en la facultad de Leyes obligaría a buscar un tercero en discordia, de lo contrario el descontento puede estallar en la UAEMéx
Las cosas en la Universidad Autónoma del Estado de México siguen de mal en peor, el rector, Alfredo Barrera, no le encuentra solución a todos sus problemas y se aproxima cada vez más el relevo en la facultad de leyes que, de acuerdo a lo que pasa, puede ser la gota que derrame el vaso, en caso de mantener su postura poco política e inflexible.
Esta semana se dio a conocer la convocatoria, el proceso empieza el martes de la próxima semana y termina con la deliberación en el Consejo Universitario el próximo año. La elección no se caracteriza por ser precisamente democrática, lo cual se presta para que el rector imponga a su candidato.
Existen muchos personajes de la política interesados en el cambio, sólo basta recordar que la actual directora, Inocenta Peña, es esposa del Baruch Delgado, quien fungía como magistrado, y ha trascendido que el exrector, Jorge Olvera, también podría estar interesado, lo mismo que el exsecretario general de gobierno, José Manzur.
Cuando el choque entre el candidato oficial y uno contrario se calienta en demasía, lo más sano es que se tome en cuenta lo que se conoce como un “tercero en discordia”.
Lamentablemente lo que menos ha mostrado en todo este tiempo Alfredo Barrera es “oficio político”, pero sí insisten en imponer a José Dolores Alanís, existen altas posibilidades de que las cosas se salgan de control.
Por lo tanto en enero, luego de la elección, el rector tendrá que preparar otro paquete de renuncias muy al estilo que le heredo su amiga Luz María Zarza, sacar a investigadores, profesores o trabajadores a la fuerza.
Policías que denuncian a policías. Más allá del problema que le generaran a Maribel Cervantes, el asunto es la percepción de la población en un estado castigado por la delincuencia
Finalmente, alrededor de un centenar de policías se reunieron frente al Tribunal de Justicia Administrativa para entregar su pliego petitorio con diez puntos en los que dan a conocer su malestar por la forma en la que administran la seguridad en el estado.
En ese punto anunciaron que posteriormente caminarían a Palacio de Gobierno y a la Cámara de Diputados donde harían lo mismo y terminarían en la fiscalía para iniciar una averiguación previa por abuso de autoridad en contra de mandos de la secretaria.
En el momento mismo que Maribel Cervantes llegó a la Secretaría de Seguridad los problemas internos no han parado, desde aquel capítulo en el que acordaba la renuncia de Rogelio Cortés, conocido como “cronos”, y quien se había convertido en un policía con gran poder por todos los años que se mantuvo al frente del mando operativo, hasta hoy, que no paran las manifestaciones.
Prácticamente desde el primer día que ocupó su cargo no ha tenido punto de descanso, las presiones internas han desgastado a la titular de la dependencia y los resultados que el gobernador, Alfredo Del Mazo, prometió en campaña no se notan como los mexiquenses esperan.
La entidad está convertida en un territorio donde la inseguridad alcanza niveles críticos. Primer lugar en varios delitos de alto impacto y aunque funcionarios intenten matizar con fórmulas matemáticas el problema, lo cierto es que no se ven soluciones reales.
Aunado a las manifestaciones, la responsable de la seguridad en la entidad ahora enfrenta una situación más delicada y es el asesinato de elementos, el mes pasado en una emboscada.
En este asunto vale la pena mencionar que el asesinato de guardianes del orden y de acuerdo a los números que manejan los manifestantes encabezados por Iván Sánchez, secretario general de la Red Nacional de Asociaciones Policiales, ya son 22 en lo que va del año.
Con este panorama y el hecho de que ahora los policías acusan a policías de corruptos, sólo nos deja en claro que la división al interior de la secretaría alcanzó niveles de alarma.
En el Estado de México parece una regla no escrita, pero cuando un grupo de manifestantes o inconformes pide la renuncia de algún funcionario, lo único que provoca es fortalecerlo en su posición; así que seguramente no van a mover al subsecretario que tantos problemas ha causado.
Es probable que al interior del gobierno estatal, el problema no les resulte tan grave, pero la imagen que le dan a una población que entre sus principales exigencias se encuentra la seguridad, no es la mejor.