sábado, noviembre 23, 2024
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Desde las Alturas

*Arturo Albíter*

Piden renuncias a casi todo el personal de confianza en el Registro Civil; pocos se quedan, aunque pueden colarse algunos que no trabajaron a favor del tricolor como Fabiola Porcayo

A nadie debe causarle asombro y tampoco es nuevo que cuando llega nuevo jefe, sobre todo en gobierno del estado, solicita renuncias como si fueran circulares y es lo que ocurre en la Dirección del Registro Civil, con la llegada de Enrique Sánchez Millán.

Resulta que, una vez acomodado en su puesto, el recién nombrado director empezó a pedir renuncias con la intención de hacer un reacomodo a fondo, algo que está en libertad de hacer, sólo basta recordar que el anterior director hizo lo mismo, aunque no de la mejor forma, varias de las renuncias las pidió bajó presión y hasta con prepotencia.

Por eso no se entiende que ahora los cercanos a Mauricio Noguez se sientan ofendidos, cuando ellos llegaron de peor forma.

Lo único malo es que un allegado de Sánchez Millán, que fue secretario particular y que salió por la puerta de atrás, debido a sus malos manejos, ahora ya planea defender a elementos, como Fabiola Porcayo, incondicional de Mauricio Noguez, que de dar atención a público llegó a jefa regional y no se caracterizó por trabajar a favor del tricolor ni el año pasado, ni este.

Aires de cambio en esta dirección que ya necesitaba ajustes.

Rebasado en sus funciones, el vocero de la UAEMéx trata de refugiarse en radio

Hace unos días, y luego de los momentos que se han vivido en la Universidad Autónoma del Estado de México, nos preguntábamos dónde estaba el vocero, porque nada detenía el problema de imagen que se vivía, primero por imponer a un candidato en la Facultad de Derecho, y luego con el exhorto que salió de la Legislatura local.

Anteriormente por el descalabro en calidad de la enseñanza en la Facultad de Medicina, y ahora en la facultad de leyes, hizo a la UAEMéx bajar en el ranking nacional de universidades e instituciones de educación superior en el país.

Pues la respuesta parece sencilla, el comunicador, Gastón Pedraza, se ha visto rebasado de toda responsabilidad en su encargo; ese bajo perfil, que le gusta manejar, le permite mantener su trabajo sin dar la cara en momentos complicados.

Ha permitido que tareas vitales de su área, como la relación con representantes de los medios de comunicación y la atención a miembros del gabinete, queden en manos de otras instancias, más específicamente la renovada Secretaría de Finanzas.

La incapacidad de Pedraza Muñoz para manejar el área ha provocado que sus obligaciones las desempeñe el titular de finanzas, Javier González, que es necesario mencionar, es uno de los señalados dentro de la llamada “Estafa Maestra”, que algunas veces parece tema superado y al poco tiempo vuelve a cobrar vigencia.

Esa doble labor de encargado de las finanzas y de vocero sin duda viene avalada desde la misma rectoría; además debe tener menos trabajo, si tomamos en cuenta que la parte administrativa de la universidad se la quitaron para dedicarse específicamente a la parte económica.

Por cierto, no debió caer nada bien la noticia de que en el 2019 las universidades públicas tendrán un recorte presupuestal de hasta 32.5%, sin importar que el mismo presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, señalara que podría aumentar en términos reales hasta 3.5%.

En finanzas se toman las decisiones importantes en materia de comunicación

Posiblemente el secretario deberá prestar más atención a esa situación, sobre todo porque no dejan de decir que tienen serios problemas económicos y si ese recorte los alcanza será una terrible noticia. Quizá su labor de comunicador pasará a segundo término, aunque no dejará de atender a sus “amigos”

Las comidas en restaurantes exclusivos de Toluca y de la Ciudad de México no alcanzaran para tapar el hecho de que ahora el Congreso local se ha dado a la tarea de poner bajo la lupa a la máxima casa de estudios.

Situaciones como la anterior han provocado que Gastón Pedraza ya no tenga ni voz ni voto en la toma de decisiones; en cambio, se la pasa encerrado en su oficina escuchando su estación de radio favorita y recordando tiempos mejores.

La relación con reporteros o periodistas prácticamente ha desaparecido, aunque eso sí, no pierde la oportunidad de regañar o intentar poner en su lugar a cualquiera que quiere hacerle algún comentario.

Las consecuencias de la estrategia de comunicación en la universidad se ven por si solas, los integrantes del gabinete universitario ahora tienen que arreglárselas en solitario cuando se trata de temas de comunicación, a grado tal que algunos han optado por buscar por medios propios asesoría y operación mediática.

Y apenas van a la mitad del camino.

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