Desde las Alturas
*Arturo Albíter*
- Ana Lilia Herrera es dirigente del PRI estatal sólo de membrete.
- La que realmente toma decisiones es Cristina Ruiz, la más cercana al presidente nacional del tricolor, Alejandro Moreno.
- Alejandra del Moral se retira y deja libre el espacio como plurinominal.
- En su renuncia anota la palabra “TRAICIÓN” refiriéndose a que la militancia no haría algo así. Pero ¿Quién si lo hizo?
La llegada de Ana Lilia Herrera al Comité Directivo Estatal del PRI parecía un paso natural, luego de ser excluida de la candidatura por al mal recordado ex gobernador Alfredo del Mazo que como todos sabemos impuso a toda costa a una aspirante como Alejandra del Moral que le hizo el trabajo, entregar la gubernatura.
Aunque los peros para Ana Lilia Herrera no terminan, porque si bien intentó de todas las formas fortalecer su liderazgo, lo cierto es que las oportunidades para alcanzar la tan anhelada candidatura a la gubernatura se alejan y ahora todo apunta a que dirige el partido, pero no es la que toma decisiones.
Nadie puede negar que conoce a los líderes priistas del todo el territorio mexiquense, conoce las formas, pero tampoco le ha sido posible dejar de lado esa faceta de líder que quiere imponer a toda costa.
Antes le resultaba sencillo porque era la voz del llamado primer priista y todos tenían que obedecer, ahora ya no le está resultando tan sencillo.
Incluso ni con amenazas de “si no aceptas lo que te proponemos, vas a perder” o podrías quedarte fuera de la “jugada”, ha logrado convencer a líderes que se niegan a aceptar lo que la dirigencia quiere imponer.
Tampoco ha podido controlar a alcaldes que hacen berrinche y quieren repetir a pesar de lo mal calificados que están.
Pero lo podría soportar si esto fuera el inicio de una carrera que terminara dentro de seis años con la candidatura a la gubernatura, pero al menos, ahora, en este momento se supone que por cuestiones de género le toca a un hombre encabezar la fórmula, por lo que estaría fuera de toda posibilidad.
Por supuesto que en seis años pueden pasar muchas cosas, pero el escenario no es el mejor para la que busca ser gobernadora desde hace varios sexenios.
CRISTINA RUIZ, EL VERDADERO PODER EN EL PRI ESTATAL
Si alguien supone que en el PRI todos buscan a la presidente Ana Lilia Herrera para ser tomados en cuenta en alguna candidatura o amarrar una reelección, están equivocados.
La frase que ahora se repite constantemente en el tricolor es la de “quedar bien con Cristina Ruiz”
Y es que es todo apunta a que es la priista que tiene la mayor influencia con el líder nacional Alejandro Moreno. Así que muchas de las decisiones finales, no las toma directamente Ana Lilia Herrera o no pasan si no las avalan en el PRI nacional con el visto bueno de Cristina Ruiz.
Mientras tanto, la dirigente se encierra, no permite declaraciones y enfoca mayor atención a los medios nacionales como siempre ocurre, de hecho su comunicadora los atiende preferentemente.
Para los del Estado de México es otro trato. Total que sean los candidatos los que se pongan a trabajar con los regionales o los de su zona.
ALEJANDRA DEL MORAL SE RETIRA Y DEJA LA POSICIÓN EN LA LISTA PLURINOMINAL
Era una decisión que, al parecer, tardó en tomar la que fuera candidata de la Alianza en la pasada contienda Alejandra del Moral, pero finalmente llegó.
En redes sociales dio a conocer el documento que mandó al PRI nacional en el que anuncia que no participará en el proceso electoral y le deja a otra mujer la posibilidad de ser tomada en cuenta en su lugar.
Varias líneas llaman la atención de su documento. Cuando se refiere a la base militante dice que “no titubea, que no se achica, que no TRAICIONA”. ¿Por qué habría de anotar esa palabra en mayúsculas si fue la primera en salir defender a su líder Alfredo del Mazo a quien de inmediato se le consideró cómo traidor? ¿O quienes si fueron los que traicionaron, la base militante no, pero “alguien” lo hizo?
Los datos que aporta, cabría señalar que tampoco se consiguieron por su campaña “valiente” que dejó mucho que desear, sobre todo al final que se le vio muy débil, los números se alcanzaron por los muchos que presienten el peligro que corre la entidad.
Alejandra del Moral estaba en el número 6 de la lista de diputados plurinominales. Parece poco probable que esa posición alcance un lugar.
Le dieron la oportunidad de ser gobernadora, pero su “jefe” la abandonó, su jefe decidió no ser el priista número 1 de la entidad, su jefe le dio la espalda al priismo, no se apareció en evento alguno.
Y si ella, al primer señalamiento de traición sale y se asume como “delmacista” para defenderlo, entonces estaba de acuerdo. Por eso el equipo que la acompañó durante más de seis años ahora es relegado y casi nadie tendrá una oportunidad de mantenerse, empezando por ella.
De contar con la oportunidad de ser gobernadora pasó a tener un lugar en la sexta posición en la lista de plurinominales y ahora nada. Pero es orgullosamente “delmacista”
¿Por cierto y Elías Rescala, el único “delmacista” de corazón que queda busca afanosamente mantenerse?
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