Día del músico, nada que festejar para la cultura
*Melchor García*
“Si antes de la pandemia era complicado vivir de nuestro arte, ahora el escenario es sólo de oscuridad.”.
Es la voz de Alejandro Becerril, músico que comparte el futuro incierto que les dejará a este gremio el coronavirus, en el que dice, la mayoría deberá poner en descanso su actividad para buscar otro trabajo en alguna área distinta ante el escenario actual de pandemia de foros cerrados, nulos conciertos y sin la posibilidad de congregar a sus públicos.
Alejandro es músico desde siempre, dice. Cuando era pequeño, el espacio donde creció, la música fue el pan de cada día.
“Mi padre gustaba de tocar las guitarra por las tardes con canciones de Javier Solís, le encanta la música de mariachi y desde ahí las guitarras y las canciones me acompañaron.”, expresó.
Con ese ambiente, dice, vio fortalecido su amor en este arte, para que en todo momento pensara dedicarse a la música y eso hizo que en un principio, de manera autodidacta, aprendió a tocar la guitarra, sentimiento de satisfacción el cual lo llevaría a estudiar de manera profesional música y aspirar a dedicarse a ella.
“Terminé la preparatoria y yo sabía que iba al conservatorio a estudiar música profesionalmente.”, dijo.
Sin embargo, luego de concluidos sus estudios como maestro en la enseñanza de la música y experto en más de tres instrumentos como guitarra, batería y bajo; los ideales que lo motivaron chocan con una realidad adversa en el mercado laboral donde el común denominador es la devaluación de su actividad.
“Dices que eres músico y piensan que eres un flojo que no hace nada, pones un precio a lo que sabes y siempre parece mucho.”, reprocha.
Señala que queda la enseñanza de este arte la cual es poco valorada. “Están las clases, pero hoy por el COVID-19 ni siquiera eso tenemos, por lo que el camino que les queda es el subempleo, bajos salarios y la marginación de su actividad una vez más en el colapso hoy por la pandemia.”, explicó.
Ante ello reconoce que en su día, hay poco que festejar para los músicos, ya que dice, la mayoría tiene que dedicarse a otra profesión u oficio para poder llevar su vida y dejar como un recreativo hobby la actividad que pensaron habría de llenarles la vida.