Docencia universitaria, oportunidad para retribuir a la sociedad: María Teresa Ramírez
Abrir camino para que exista un espacio para la investigación en la Unidad Académica Profesional Tlalnepantla, el campus más joven de nivel superior de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEMéx), es uno de los propósitos académicos de María Teresa Ramírez Martínez.
La Autónoma mexiquense es mi casa y le tengo mucho cariño, afirmó la profesora de la Licenciatura en Medios Alternos de Solución de Conflictos en este espacio universitario, cuyo trabajo académico inició apenas hace año y medio.
“Tenía muchas ganas de dar clases en mi Alma Mater, quizá por el cariño que se le toma a la institución que te formó y porque es una institución pública, así que cuando me enteré que iniciaría el trabajo de este campus y se publicó la convocatoria para formar parte del claustro docente apliqué de inmediato”, dijo.
La docencia me brinda la oportunidad de darle a alguien más lo que en su momento me dieron a mí, expresó la egresada de la primera generación de la Licenciatura en Derecho del Centro Universitario UAEM Valle de México, en cuyos ojos y voz se aprecia la pasión por el quehacer docente.
Estoy muy agradecida con la UAEMéx, aseveró, porque gracias a la formación que en ella recibí ahora soy docente universitaria y cuento con una trayectoria académica que me permite ayudar a otras personas a tener una mejor calidad de vida, a que se desarrollen, a que les guste lo que hacen.
“La Universidad Autónoma del Estado de México es mi espacio seguro; es sinónimo de consciencia, de crítica, de empatía, de comunidad, de desarrollo, de capacidad; es punta de lanza”, manifestó.
La responsable del Comité de Equidad de Género en la Unidad Académica Profesional Tlalnepantla recuerda con cariño su paso por el Centro Universitario UAEM Valle de México, campus que la institución tiene en el municipio mexiquense de Atizapán de Zaragoza.
Estudió el bachillerato en un CBTIS y la UAEMéx se convirtió en una opción para continuar con sus estudios cuando se enteró que abriría un campus en el municipio, “donde no sabíamos gran cosa de la institución, así que no sabíamos a qué nos enfrentábamos. Nos faltaban muchas cosas, pero eso no nos quitó las ganas de querer estar ahí, de estudiar, de salir adelante. Además, el espacio es hermoso; hay mucha naturaleza, muchos árboles. Es muy bonito”, dijo.
Indicó que eligió estudiar Derecho porque siempre le han causado problema las injusticias. “Tengo contacto con los temas de justicia desde muy temprana edad. Mis bisabuelos fueron zapatistas, mis abuelos eran indígenas y campesinos, mis padres fueron obreros. Siempre se me inculcó que hay que ser justo con las personas. Tierra y Libertad es una frase que he tenido presente toda mi vida”.
Luego de algunos años de haber egresado de la licenciatura, María Teresa Ramírez Martínez se trasladó a la ciudad de Toluca, donde en la Facultad de Derecho de la UAEMéx, estudió las especialidades en Derecho Penal y Derecho de Amparo.
El derecho penal, puntualizó, le apasionó mucho, pero quería entender un poco más acerca de por qué las personas cometen delitos. Le llamaba mucho la atención la forma en que se transgredía la norma, la norma legal y las normas sociales, así que después de tomar un curso sobre trata de personas, empezó a estudiar la Maestría en Criminología y Política Criminal en el Instituto Nacional de Ciencias Penales.
Entonces tuvo la oportunidad de trabajar con asociaciones civiles, con grupos de investigación y profesores. Fue terminando la maestría cuando uno de sus profesores, Alejandro Payá Porres, investigador de la UNAM, le dijo que tenía madera para la docencia, así que probó e inició su carrera docente en universidades privadas.
“Cuando me inicié como profesora, el primer día que me planté en un salón de clases, con un grupo de la Licenciatura en Derecho, recuerdo que les dije, yo empiezo a aprender a ser profesora y ustedes empiezan a ser alumnos universitarios y a ser futuros profesionistas”, apuntó.
En esta época nació su inquietud por saber cuáles eran las ideas que subyacen en el cerebro humano a partir de la estructura social y que nos permiten pensar cómo lo hacemos. Así que pensó en continuar sus estudios en el área de las humanidades y, luego de buscar en varias instituciones, identificó en la Facultad de Humanidades de la UAEMéx lo que buscaba, el Doctorado en Humanidades, que se relacionaba con la ética social, donde sabía que encontraría algunas respuestas que buscaba.
María Teresa Ramírez Martínez refirió que en la Unidad Académica Profesional Tlalnepantla está aprendiendo, además de a compartir sus conocimientos, a identificar necesidades emocionales y económicas de las y los alumnos, “lo cual también permite potenciar sus capacidades y les permitirá terminar su carrera”.