sábado, septiembre 7, 2024
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El impacto del COVID en la economía, salud y educación de las mujeres mexicanas

*Redacción Diario Evolución*

Foto: Ilustrativa.

Desde disminución de actividades económicas en el ámbito laboral, de educación, atención de salud y seguridad, son algunos de los problemas que ha dejado la crisis sanitaria por el SARS-CoV-2 en México y el mundo, sin embargo, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadísticas y Geográfica (INEGI), es más evidente en las mujeres que en los hombres.

En el caso de la mujer en el mercado laboral, la recuperación ha sido más lenta en comparación con los hombres, hubo un aumento de 2.7 millones de mujeres en la población no económicamente activa, de ellos 2.4 provenían de la población que estaba activa antes de la pandemia del COVID.

Siendo los estados de Tabasco, Baja California Sur, Sonora y la Ciudad de México los estados donde se perdieron más puestos de trabajo para mujeres al inicio de esta crisis sanitaria.

En el caso del ingreso laboral, para el 2020, 5 de cada 10 mujeres ocupadas disminuyeron su ingreso; para julio de 2020, 4 de cada 10 mujeres continuaban con una disminución en su ingreso, esto incluso, pese a tener de acuerdo con el INEGI un ingreso menor al de los hombres en un aproximando de 2 mil 500 pesos mensuales.

De ahí que el sector de entre 20 a 29 años fueron quienes tuvieron una mayor afectación en el ingreso monetario mensual y principalmente en comparación con datos del 2018, esta disminución fue para las mujeres que contaban con nivel de preparatoria en adelante.

Este impacto también fue distinto en cada entidad federativa, mientras que en 23 entidades en los últimos meses el ingreso subió, entre las que destaca Zacatecas y Chiapas; en las otras nueve restantes disminuyó, encabezado la lista, la Ciudad de México y Quintana Roo.

Ocasionado un aumento en las labores domésticas, donde nuevamente la mujer resalta en dicha labor, evidenciando aún más el trabajo no remunerado, a través de su valor económico, pues en 2020 las mujeres aportaron 2.7 veces más valor económico que los hombres por su trabajo no remunerado en los hogares. Entre 2019 y 2020 las actividades que presentaron mayor aumento fueron las de cuidados y apoyo, proporcionar alimentos, limpieza y mantenimiento de la vivienda.

En 2020 las mujeres trabajaron en promedio a la semana 13.9 horas (13.7 en 2019) para proporcionar alimentos, y los hombres 4.3 horas (4.2 horas en 2019). Mientras que, en hogares con presencia de menores de 6 años, las mujeres realizan 3 veces más trabajo no remunerado que los hombres; esta proporción se mantuvo entre 2019 y 2020.

En cuanto a la educación, se tiene el registro que 33.6 millones de estudiantes se inscribieron en el ciclo escolar 2019-2020; el 1.3% de los estudiantes inscritos en el ciclo 2019-2020 no concluyó sus estudios por algún motivo relacionado con la COVID-19.

Asimismo, poco más de 1 millón de mujeres de 3 a 29 años de edad no se inscribió en el ciclo escolar 2020-2021; entre las razones por las que no siguieron sus estudios están; se casó, embarazó, falta de dinero o de recurso, tenía que trabajar, y el último rubro fue, no quiso o no le gusto.

Mientras en el tema de atención médica durante la pandemia, en 2020 el 75 por ciento de las mujeres se encontraban afiliados a alguna institución de salud, pese a ello, solo entre enero y junio de 2021 las muertes por COVID en este sector aumento en un 46 por ciento, se contabilizaron un total de 579 mil 256 defunciones, donde el grupo más vulnerable fueron féminas de 65 años y más.

Siendo la Ciudad de México y el Estado de México que más muertes de mujeres registran por COVID, mientras que Baja California Sur y Colima son las entidades que registraron menos defunciones, pese a ello, las mujeres de Tabasco, Guerrero y Zacatecas son las que presentan mayor incidencia de depresión en mujeres de 18 años y más por COVID.

En marzo de 2020, al inicio de la pandemia, 78.6 % las mujeres de 18 años y más consideraban que vivir en su ciudad era inseguro en términos de delincuencia. Al dar inicio el confinamiento social, se presentó una baja en el porcentaje de mujeres que consideraba inseguro vivir en su ciudad.

Siendo el delito de violencia familiar que registró la segunda mayor frecuencia y es el único que muestra un aumento importante de 5.3% entre 2019 y 2020. De las mujeres de 18 años y más que sufrieron violencia en el entorno familiar de enero a septiembre de 2021, 27.1% declaró que el principal agresor fue el esposo(a) o la pareja sentimental.

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