El ingenio contra la pandemia
*Melchor García*
Para que sus productos subsistan, los artesanos mexiquenses están ajustando sus diseños a las necesidades de la nueva normalidad del mercado global.
Con ello hoy es posible encontrar bolsitas para celulares con bordados mazahuas y el elemento que se ha convertido el clave de la emergencia: cubrebocas.
Dulce Jimenez, investigadora de la Facultad de Antropología de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEMéx), señaló que la actividad artesanal está ubicada en la rama de los oficios y vinculada principalmente con la economía informal; sin embargo, tiene el día de hoy un enfoque “romántico”, hermoso, estético y tradicional.
Debido a que además de importancia cultural, las artesanías tienen un valor económico, compiten con objetos de producción masiva, principalmente los de origen chino, lo cual obliga a los artesanos a ajustarse a nuevas dinámicas.
“A algunos no les gustan los nuevos diseños, por ejemplo, pero los tienen que hacer porque así se venden, así se los piden, aunque eso implique salir del canon.”, explicó.
En México, puntualizó, las artesanías están elaboradas a mano, con productos del entorno como barro, madera y piedra.
Refirió que principalmente en sitios turísticos, algunas artesanías son de compra masiva y, por lo tanto, vinculadas por los consumidores con objetos de poco valor económico.
“Son de baja calidad, hechas para venderse rápidamente; sin embargo, también existen ejemplares más costosos y elaborados, vinculados con el rubro del arte popular, los cuales en su mayoría, son compradas por extranjeros.”, dijo.
Las artesanías buscan sobrevivir ante una desplome de la actividad turística en el año uno de la pandemia superior al 90 por ciento.
