ESCUELA MARGINADA DE TOLUCA PIDE AYUDA A GRITOS

**Hasta el Alcalde electo les ha fallado**

Emireth García

A 15 minutos del centro de Toluca se localiza la escuela kínder-primaria Paulo Freire, en el ejido Cruz Blanca de la delegación de San Cristóbal, mismo que sufrió una inundación debido a que no cuenta con drenaje, lo que provocó que se desbordara la fosa séptica con la que cuentan, provocando que los más de 80 niños que van a esta escuela pública tuvieran reacciones como salpullido, además, los tres salones con los que cuenta fueron invadidos por mosquitos, alimañas y hasta víboras.

El abandono que sufre esta escuela no es nuevo, desde hace 13 años lucha por ser un plantel en forma, a pesar de pertenecer a la Secretaría de Educación del Estado de México, como lo constata la clave C.C.T. 15EPR4728Y, pocas veces ha sido beneficiado con alguna obra.

La última aportación que se hizo por parte de un gobierno fue durante la administración de Enrique Peña Nieto como gobernador, así se observa en la placa gigante que se colocó en el patio, donde se detalla que se le colocó malla ciclónica al plantel, esto para separarla de los terrenos de cultivo que la rodean.

Fue gracias a una donación de 300 mil pesos, por parte de la empresa Texa Gas que se construyeron dos salones, así como los baños, esto luego de que se le permitiera pasar por la comunidad un ducto de gas natural.

Hace algunos años el gobierno municipal otorgó recursos para edificar una salón más, y gracias a la gestión de algunos vecinos lograron colocar la luz, sin embargo pagar la cuenta cuesta 8 mil pesos anuales, ahora es un nuevo problema para la institución.

*Quitar la escuela para poner una cancha de fútbol

Gracias a la intervención de los padres de familia, quienes limpiaron el lunes temprano las aguas negras que invadieron el colegio se pudo continuar con las clases, narra la Directora, Graciela Rosa María López Gómez, sin ellos la escuela ya hubiera desaparecido.

A pesar de las condiciones económicas de los tutores, quienes no perciben un salario fijo, muchos de ellos apenas ganan un salario mínimo, esto no impide que se preocupen por la educación de sus hijos, y contrario a lo que pasa en otras escuelas cada ciclo escolar aportan su cuota, hasta el año pasado de 150 pesos, debido a las condiciones económicas del país se decidió subirla a 200.

Parte de estos recursos se ocupan para la compra de productos de limpieza, así como para el pago de una persona de intendencia, que también es velador, ya que no se salvan de la delincuencia.

“Aunque no teníamos luz fuimos beneficiados con el programa Enciclo-media, pero no nos duró se metieron y se llevaron todo, más el equipo de la dirección, por eso decidimos contratar un velador que pagan los padres de familia por 800 pesos mensuales, ya que en el SUTEYM nunca nos dieron respuesta para enviarnos a una persona”, comentó la maestra.

Uno de los mayores problemas es la falta de drenaje, así como de agua potable, aunque se cuenta con los baños, las descargas se juntan en una fosa séptica, la cual tiene que vaciarse regularmente, pero se cobra por ello, lo que significa más gastos para los padres de familia.

Junto con los vecinos realizaron gestiones desde hace dos años para solicitarle al ayuntamiento de Toluca dotarlos de estos servicios, inclusive se dejaron tubos en la zona que indicaban lo haría, pero la obra nunca se llevó acabo.

Estas situaciones propiciaron que los habitantes de San Cristóbal discrimen a la escuela, señalando que no cuentan con registro, que la educación que se imparte no es válida, todo ello con el fin de que se quite la escuela, y como el terreno es de la comunidad convertirlo en un campo de fútbol, advierten los padres.

*Sin época electoral no hay visitas

Aunque el alcalde electo, Fernando Zamora, quien además asegura ser vecino y oriundo de San Cristóbal Huichochitlán ha visitado el colegio en diversas etapas de su carrera política, nunca los ha ayudado.

“El maestro si ha venido, no recuerdo si como diputado local o federal, pero ya estuvo, le dijimos nuestras necesidades, algunos padres de familia saben que en este ejido su familia tiene terrenos, pero ni por eso ayudó a gestionar lo de la luz, o los servicios que hacen falta”.

La comunidad estudiantil reconoce que en época electoral acuden varios candidatos a prometer cosas, hasta los propios delegados y vecinos les dicen que hagan sus papeles para realizar su gestión, pero ya ganando dejan en el olvido las peticiones.

La indiferencia para este plantel de la zona norte de Toluca es evidente, aunque la escuela no está maltratada debido a que los padres realizan jornadas de pintura, las calles para llegar a ellas están sin pavimentar, la acumulación de hierva genera la propagación de mosquitos, ratas y hasta víboras de agua, como las que invadieron los salones durante la inundación del fin de semana.

Hoy la escuela pública kínder-primaria “Paulo Freire” pide a gritos ayuda de las autoridades para no desaparecer, para que la comunidad no quite el centro estudiantil y lo convierta en un campo de fútbol.