jueves, noviembre 21, 2024
Opinión

Espejismos

*Aarón Dávila*

Foto: Especial.

Tengo por cierto que la humanidad ha recorrido un largo camino para llegar hasta el día de hoy, al paso del tiempo, los seres humanos hemos tomado todo tipo de decisiones en pos de una vida mejor; una prospera, en desarrollo y en paz.

Recorremos ya el tercer cuarto del año 2023 y el panorama que se vive no es exactamente ni próspero, ni de desarrollo y mucho menos de paz, la pregunta obligada es: ¿qué está pasando? ¿Por qué no logramos alcanzar un estado de plenitud como humanidad?

Algunos meses atrás, escuchaba las noticias del mundo y específicamente el caso del Consejo Europeo, concediendo a Ucrania la condición de país candidato a la adhesión a la Unión Europea y me llamó gratamente la atención, las condiciones que le impusieron para ser recibido como miembro, mismas que Ucrania tendrá que satisfacer plenamente antes de ser aprobado oficialmente.

Entre otras, Ucrania tiene que luchar por eliminar de sus prácticas comunes, temas éticos y morales tales como la corrupción en las prácticas de gobierno y sociedad, así cómo, la inclusión de valores tales como: Bien común, paz social, fortalecimiento de los valores familiares, erradicación de la discriminación y la pobreza, fortalecimiento de los grupos minoritarios o desvalidos y lo conducente al bienestar social.

Lo que nos queda claro es que, cada uno de estos temas deberían ser prioridad para todos los gobiernos en todos los niveles, sin embargo, muchos de estos se han convertido simplemente en temas de campaña, así cómo, cartas de cambio en las negociaciones sociales.

Todo esto deja al descubierto la verdadera condición de la humanidad, cuando la salud integral de las personas queda subyugada al interés y beneficio de tan solo unos cuantos, que pena que no sepamos amar, ser honestos, solidarios, verdaderos y misericordiosos, en cambio, nos trasmutamos en la imagen viva de la codicia, el desamor, la envidia y la maldad. Finalmente aprendimos a vivir de antivalores y desechamos la imagen primera, la propuesta original del creador hacía nosotros.

El profeta Zacarías habla al pueblo de Israel aconsejándolos en pos de una vida mejor:

“Lo que sí deben hacer es hablar siempre a su prójimo con la verdad, y juzgar en sus tribunales siempre con apego a la verdad y a lo conducente a la paz. nadie debe pensar en hacerle daño a su prójimo, ni deleitarse en hacer juramentos falsos…”

Ahora bien, ¿está todo perdido? ¿Debemos dejar de luchar para mejorar? o esperar a que el siguiente candidato político nos restriegue nuevamente las mismas promesas de cambio que jamás llegarán.

La opción que se presenta está muy lejos del ámbito político, estamos por una parte en el terreno de los valores y por el otro el de los orígenes. En el terreno de los valores por cierto, nos encontramos en punto muerto desde hace un tiempo.

Miré usted, a un servidor le gusta mucho hablar con la gente en la calle, el banco, deportivo, las tiendas, etc. En realidad, no importa el lugar en donde este, disfruto mucho saludar y conversar con la gente, curiosamente de unos años a la fecha me he encontrado con que las personas especialmente en ciertos estados de la República, se les complica mucho responder inclusive a un simple saludo lo cual es crítico, ya que, si un saludo que es tan solo un mínimo acto de civilidad nos cuesta trabajo, cuanto más gravoso será pensar en responder a un llamado de auxilio o necesidad de nuestro prójimo.

Palabras como solidaridad, empatía, misericordia, gratitud, hermandad o bien común y acciones de paz, poco a poco han perdido significado y presencia en nuestra sociedad actual y he ahí precisamente el problema y raíz de todos los males, de alguna forma hemos creído que ya no necesitamos de los demás y la influencia social y la expectativa de un mejor estado de vida, han dejado de ser relevantes ya que todo está en forma unilateral tomando un rumbo diferente, socavamos en lugar de edificar.

Temas como las guerras actuales que se viven, militares, económicas y mediáticas, ocupan lugares preponderantes en el mundo, seguimos discutiendo temas de neoliberalismo como si eso construyera una sociedad mejor, ya fuimos robados, ya fuimos engañados por los gobiernos pasados, ya lo que sufrimos y pasamos marco un punto de partida en nuestra conciencia y tal vez haya calado o no, pero no podemos seguirnos quejando de lo mismo, necesitamos retomar los valores verdaderos y dar el siguiente paso, sacudirnos la mentira y el engaño y seguir caminando, dejar pasar lo que ya no tuvo solución y edificar correctamente un nuevo cimiento que en verdad nos deje avanzar como humanidad.

“Amado, deseo que seas prosperado en todo, y que tengas salud, a la vez que tu alma prospera.”

Si en lugar de quejarnos proponemos, si cambiamos el llanto por esperanza, si esgrimimos la razón y la sabiduría en lugar de las armas, probablemente encontraremos un mundo mejor por vivir.

Al final del día, está en nosotros seguir el camino de bien y buscar la paz y el renuevo.

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