miércoles, abril 16, 2025
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Hombre de verdad. ¿Quién lo hallará?

*Aarón Dávila*

Foto: Ilustrativa.

El sabio Salomón lanzó una moneda al aire, tratando por suerte de encontrar un corazón libre de engaño, de maldad o falsedad.  

Pero, Salomón encontró que el corazón y la mente del hombre son enredosos, continuamente divergen entre sí, exacerbando la razón; lo que más adelante asevera cuando dice: “Los pensamientos humanos son aguas profundas; el que es inteligente los capta fácilmente.” quedando abierta obviamente la posibilidad del –no-

El próximo 19 de noviembre, será celebrado el Día Internacional del Hombre. Sus objetivos principales son abordar temas de salud masculina de todas las edades; resaltar el rol positivo y las contribuciones que los varones hacen diariamente tanto a su comunidad como a la sociedad.

Pero este día en particular para muchos se volvió, un estandarte del machismo, trastornando por completo el, o los motivos originales, de la celebración.

“Muchos hombres proclaman cada uno su propia bondad, Pero hombre de verdad, ¿quién lo hallará?”

En este caso bondad, puede entenderse también como lealtad o integridad, hablando de virtud, expone la reacción de todos aquellos, que enaltecen sus propios talentos, sorprenden con su egoísmo y desinterés a quienes están alrededor de ellos.

Pero, la pregunta sigue siendo, hombre de verdad, ¿quién lo hallará?

Ser un hombre de verdad, no tiene nada que ver con quien más mujeres tiene, tampoco es aquel que más pelea, o el que más lastima, mucho menos, aquel que difama o miente o engaña. Un hombre de verdad es aquel que hace lo que dice, dice lo que hace y busca lo correcto.

Un hombre de verdad es integro, es firme en sus decisiones, busca ser ejemplo y camina con honestidad y responsabilidad todos los días de su vida.

El hombre de verdad ama a sus semejantes, le apasiona ayudar a quien lo necesita, es reciproco en la amistad, busca la justicia y la verdad.

Un hombre de verdad, respeta a la mujer, cuida el medio ambiente, sabe cuándo detener su camino y volver a comenzar.

Justo es, quien lleva una vida sin tacha y no, no hablamos de un hombre perfecto porque tal hombre, no existe, hablamos sí, de quién se esmera día con día por hacer lo correcto y hacer el bien.

¡Dichosos los hijos que sigan tal ejemplo! porque a un hombre de verdad es fácil seguirlo, da gusto seguirlo, el testimonio de su vida motiva a seguirlo.

Hombre de verdad, ¿quién lo hallará? Nuestra sociedad está cansada ya de escuchar las voces egoístas y falaces de aquellos que proclaman su propia verdad.

Ya no hay espacio en este mundo para egos desmedidos, nuestros hijos esperan ver en nosotros ejemplo de honestidad, buen juicio y verdad y la mujer, respeto, igualdad, y equidad.

Demos pues, paso a la concordia y a la paz, seamos ejemplo de autoridad moral, desde nuestro hogar hasta nuestra sociedad.

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