ICAR UAEMéx da paso hacia sustentabilidad
*Melchor García*
¿Alguna vez se ha lamentado por la cantidad de lluvia que recibe el Valle de Toluca y cómo ese recurso termina casi en su totalidad en el drenaje?, ¿y qué pasaría si se aprovechara no solo para las actividades diarias, sino para poder beber ese líquido? Ese fue el motivo que llevó especialistas y comunidad del Instituto de Ciencias Agropecuarias y Rurales de la UAEMéx a avanzar en el proyecto por consolidar el primer edificio sustentable de la casa de estudio.
Así lo recuerda el doctor Roberto Martínez, investigador de este espacio, quien señala que fue de inicio la necesidad la que los llevó a imaginar el proyecto, ya que no contaban con agua; avanzar para establecer la infraestructura correspondiente en materia de captación de lluvia, contar con los filtros que permitieran evitar olores y partículas indeseables fue el primer paso para materializar un sistema viable en el uso de este recurso para sus actividades cotidianas.
“Nosotros visualizamos, una vez que estuvo en operación y que podíamos tener los primeros elementos de viabilidad, cantidad de lluvia suficiente para poder al menos a bastecer los requerimientos del instituto y se visualizaba un requerimiento de 200 personas.”, indicó.
Consolidar esta fase los llevó a querer dar el segundo paso, que esta agua pudiera ser para el consumo de la comunidad y para sus actividades de laboratorio, por su pureza en agua destilada, lo cual se ha logrado con calidad que supera inclusive la de marcas comerciales, con un costo promedio del proyecto de 254 mil pesos; indican habrá importantes retornos de inversión en el corto plazo.
“Vamos a tener beneficios en el agua bebible dentro del instituto, vamos a ahorrar 24 mil pesos en un año, por ejemplo, pero tenemos una tasa interna de retorno que es en tres años nueve meses, porque hay que considerar el ahorro de energía que nos estamos ahorrando, ya que antes utilizábamos destiladores eléctricos para obtener el agua destilada y esto generaba mucha energía y eso elevaba los costos.”, Lourdes Maya, especialista del ICAR.
El objetivo ahora es poder llevar sus conocimientos a otros espacios de la propia universidad para que más unidades puedan presumir que son sustentables a este nivel.
“El paso siguiente que las demás instituciones de la universidad puedan contar con esta información y que den el paso para implementar sistemas similares en las diferentes instituciones y, en un momento dado, las que se van construyendo que es viable y factible tener un sistema de esta naturaleza.”, concluyó Roberto Martínez.