Inicia recuperación de obra de Fernando Cano
*Melchor García*
El pasado 11 de junio, Marthel Cano, viuda del escultor mexiquense Fernando Cano, recibió una comunicación vía redes sociales, la cual, a un año del fallecimiento del artista, le daría nueva vida a la obra del ‘Hombre de Fuego Eterno’.
En un tiradero de basura del municipio de Santiago Tianguistenco fue encontrada una de sus obras, su hija perdida “La Traviata”, entre cascajo, basura y fierros retorcidos estaba hecha pedazos la pieza, que por años guardó sigilosa una de las glorietas de este municipio de sur mexiquense.
“Mi esposo cumplió un año de fallecido el seis de junio y alrededor de esa fecha este joven escultor, que cambió de lugar de trabajo, que cambió de itinerario, descubre en el tiradero una cabeza que el parece que había sido de aquella escultura que él veía cerca de su casa en la glorieta.”, expresó.
Pese a tener la firma del escultor mexiquense, la pieza fue comprada por dos mil 800 pesos al kilo, como fierro de deshecho, la ignorancia de sus efímeros dueños, sin quererlo, le dio una nueva oportunidad a la obra hecha por las manos de Fernando Cano; lo impactante detrás el hallazgo, dice, fueron las torpes manos que la quitaron e intentaron destruir.
“Fue destruida porque fueron golpes con hacha, fue cercenada con pulidora de disco para poderla cortar a cachos, fue golpeada como si fuera un feminicidio, incluso quien la destruyó tiene algo mal en su cabeza contra las mujeres; no sé, fue impactante. Todavía en algunas piezas viene el polvo y la tierra de que debe de haber estado extraviada unos ocho años o siete, estuvo hasta con plantas semienterradas, olvidada y si no es la sensibilidad de este joven escultor no la tendríamos ahorita.”, dijo.
Hoy en el Taller Cano del Calvario de Toluca, ‘La Traviata’, del maestro Fernando Cano, busca regresar a la vida de la mano Cristian Díaz, uno de sus aprendices, para que la historia de la pieza pérdida no sea la de una tragedia como se pensaba; si el proyecto avanza acorde al calendario, en seis meses de arduo trabajo podrá recuperar su esplender y regresar a casa.
“Yo la considero como una hija de mi esposo, del taller de la casa, si a una hija mía le hubieran echado ácido a la cara, yo hubiera querido reformar toda la cara para que la tuviera como la tenía, alegre, bella, con luz, eso quiero para Traviata, que no quede huella de la agresión que sufrió, no quiero que quede huella.”, finalizó.