Injusticia, reclamos vagos y agresor prófugo, tras homicidio de alumno en Temoaya
José Ángel Gutiérrez.
El asunto del estudiante fallecido en una escuela de la comunidad El Laurel, municipio de Temoaya, engloba injusticia, reclamos infundados a un Centro de Salud, así como la huida del agresor y acusaciones de complicidad, de este último, con la directora del plantel.
De acuerdo con información de Gelacio Florentino, familiar de Arturo Jaime Florentino Tomás, quien murió el 13 de julio a causa de un golpe en el abdomen, hasta hoy no impera la justicia para el joven, de 13 años de edad, alumno de la secundaria “Sor Juana Inés de la Cruz”, de El Laurel, Primera Sección.
“Estaban jugando a fuera de la escuela, en eso se suscitaron los golpes y se empezaron a agarrar (Arturo Jaime y el hoy agresor). Y aquel muchacho que hizo el homicidio (sic) le dio un golpe en el estómago, y pues quedó tirado, prácticamente falleció al instante.”, señaló Gelacio.
El joven quedó inerte durante cerca de 20 minutos, sin una pronta reacción, por parte de la directora del plantel, quien, junto con maestros, lo trasladó al Centro de Salud del ISEM de El Laurel, pero hasta deducir que no tenía signos vitales.
Una vez en el Centro de Salud, el médico certificó que el muchacho llegó sin vida, aunque los maestros le reviraron, sin fundamento, que arribó vivo y “con un golpe en la cabeza”; lo que más tarde derivó en acordonamiento del recinto, para facilitar las labores de peritos de la Fiscalía y personal del Ministerio Público.
Versiones de los compañeros de escuela y de un hermano dejaron claro que fue por el golpe en el abdomen, por lo que el personal médico quedó libre de culpas. Gelacio dejó entrever que el golpe no fue “jugando”, como afirman algunas versiones, sino con dolo, una artera patada por parte del agresor, de quien se desconoce el nombre, como probable responsable de un estallamiento de vísceras.
La familia exige justicia para el estudiante y el obvio peso de la ley contra la directora escolar, por complicidad, ya que al momento no llamó a los padres del agresor para responder por la tragedia, y esto permitió su huida del Estado de México para esquivar la justicia.
“Ni maestros, ni directora, ni padres, del que lo hizo (el agresor), han venido a ver de qué se trata la situación, simplemente nos han dejado solos.”, añadió.
En este asunto hay interpuesta una denuncia de hechos ante la Fiscalía General de Justicia del Estado de México (FGJEM), pero también vendrá una queja ante la Comisión de Derechos Humanos del Edoméx (CODHEM), por las violaciones en que haya incurrido la directora del plantel.