domingo, mayo 11, 2025
Opinión

La expresión práctica del amor

*Aarón Dávila*

Foto: Ilustrativa.

¿Han notado lo difícil que es para algunos expresar el amor? El amor se manifiesta de muchas formas o se percibe multiforme, más expresarlo, es en mucho lo más personal y difícil de este.

¿Cómo expresar algo que no posees realmente, o que en realidad no has tomado posesión de ello?

Viene a mi mente en este instante la historia de aquel niño a quién sus padres le hicieron una hermosa fiesta de cumpleaños para celebrar con la familia y amigos el cumpleaños número 6 del pequeño; aquel día Juanito celebro y jugo hasta el cansancio con todos los niños y niñas invitadas al festejo, hasta que llegó la hora de abrir los regalos que la gente con mucho cariño le había llevado.

Juanito comenzó a abrir cada uno de los regalos, ya se imaginarán de qué forma, literalmente arranco y destrozo a velocidad vertiginosa cada envoltura y cada moño para descubrir lo más pronto posible lo que había en su interior. ¡Pero qué alegría indescriptible la de Juanito! Su cara lo decía todo, cada juguete y cada regalo, en ese preciso instante, lo hacían el niño más feliz del mundo.

Todo iba de maravilla hasta que el papá de Juanito levanto la voz pidiéndole enfáticamente, compartiera sus juguetes con los niños y niñas invitadas a la fiesta, para que todos pudieran jugar con ellos también; inmediatamente después de la solicitud del papá de Juanito, se escuchó un profundo grito diciendo ¡No! Son mis juguetes y no los presto.

Vaya embrollo, el papá de Juanito, claramente molesto, enrojecido en instantes cual tomate, a punto estuvo de regañar y zarandear a Juanito, para enseñarle lo importante que era ser compartido con los demás y en eso andaba la ruta de sus pensamientos que viajaban a velocidad indescriptible, cuando de pronto vino a él la claridad de lo que ocurría, en ese instante y con toda calma entonces, respiro profundo y acercándose al pequeño, lo abrazo con todo amor explicándole lo siguiente:

─ Perdóname hijo, tienes toda la razón─, en ese instante Juanito se lo quedo viendo fijamente con la mayor de las sorpresas en su rostro, pues él esperaba de menos un buen sopapo en la cabeza o algo por el estilo y en lugar de eso, su papá le pedía perdón, ─ qué raro, no me regaño─ pensaba Juanito. El papá de Juanito don José, le explico en ese instante, ahí delante de todos los invitados; ─ ahora entiendo tu enojo, no puedo pedirte que compartas lo que aún no has poseído─. ─ Permítanme explicarles, lo que sucede en este instante─  y dirigiéndose a todos los asistentes al festejo expreso lo siguiente:

─ Hace un rato no lo comprendía, pero ahora lo tengo claro, le pedí a Juanito que compartiera sus regalos con los demás sin permitirle que antes por lo menos los probará o jugará un poco con ellos, es decir; no puedes compartir algo que realmente no te pertenece, quiere decir que aunque este en tus manos porque alguien te lo regalo, no será realmente tuyo, hasta que no tomes posesión de él, o sea, hasta el momento mismo en que te lo hayas puesto, hayas jugado con él o lo hayas calzado, es en ese momento cuando realmente tomas posesión del obsequio y entonces realmente es tuyo y únicamente así, una vez habiendo tomado real posesión del bien, estarás preparado para compartirlo con otros y más aún, serás capaz de expresar su valor en tu vida─

Me parece que esta enseñanza es por demás poderosa en verdad y aplicándolo en esta ocasión a nuestro tema, entiendo por qué a muchos les cuesta trabajo expresar el amor hacía sus seres queridos e inclusive a sus amigos. Si no tomamos realmente posesión de ese amor en nuestra vida antes de quererlo compartir, entonces jamás podremos hacerlo realmente.

La expresión práctica del amor es sin fingimiento, es real y en todo tiempo, el amor no tiene por qué alterarse por mis cambios de carácter o condición climática, por el hambre o el cansancio, por el exceso de trabajo o la falta de este, el amor no depende de nada de esto, el amor una vez que se posee, jamás se olvida.

El amor es como la música, como la pintura, como los libros… no se busca, se encuentra.”—Miguel de Cervantes

Y así una vez que encuentras el amor, lo que sigue es hacerlo tuyo realmente y después ama tanto como puedas y recibe tanto cómo debas.

Existen varias formas de expresar en forma práctica el amor, a través de un beso, una caricia, una frase, un gesto, o tal vez siendo acomedido a ayudar cuando es necesario, apoyando en la casa, con un regalo, con apoyo incondicional, en todo caso es necesario vivir el amor verdadero para comprenderlo, más allá de la utopía, del mero romance o la pasión.

En un beso, sabrás todo lo que él callado.”- Pablo Neruda

¿QUÉ TANTO ES SUFICIENTE?

Aarón Dávila Payán

¿Qué tanto es suficiente,

cuando de amar se trata?

Amar, según mi experiencia,

es una obra de un solo acto.

Solo existe una forma de amar,

y esta es amar de facto.

Es decir; cuando amas,

tienes que amar con hechos,

con actitud y entrega, nada más.

No puedes amar de vez en cuando,

por tiempos, o en cómodas mensualidades.

Día a día con gusto, vas tu cuota entregando.

Amar es una decisión propia, es voluntario,

y debe ser sin medida.

Nadie puede condicionar el amor.

El amor, no necesita de una brillante locución,

Tampoco, palabras blandas y acolchonadas.

Necesita ser y nada más;

Supone puertas abiertas, no cerradas.

Cuando amas, un deseo natural por ser mejor te ocupa.

El amor te hace ver bien,

sentir bien, estar bien.

¿Cuánto debo dar sin esperar nada a cambio?

La respuesta es ¡Siempre, todo!

Ojo, no es lo mismo querer y amar;

Yo quiero a mi perro, a mi coche;

pero esas son cosas que no preciso amar.

En el amor, encuentras voluntad.

Amas porque está en ti amar.

La Biblia dice que Dios es amor,

y el que ama, conoce a Dios,

porque Dios es amor.

De tal manera que amar, como bono adicional

conlleva, un camino directo a Dios.

Así es que, ¡Ama!

Porque no existe nada más hermoso en este mundo.

Ama con humildad y sencillez.

Escucha a quien amas,

bendícele con tu amor y calidez.

Dale lo mejor de ti sin reserva alguna.

En el amor dar, significa recibir.

En la medida que das, recibes.

Entonces, ama tanto como puedas.

Y recibe tanto como debas.

Tomado del libro “Una mirada incierta” escrito por Aarón Dávila Payán.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *