Las calles y los monumentos se recuperan… las vidas no: Activista
*Melchor García*
“Iba a cruzar la avenida de Torres, estoy esperando un alto, los carros están en mi lado izquierdo me toca un carro volteo y es un hombre masturbándose con el vidrio abajo, todavía me aventó un beso.”, lamentó Vanessa Arizmendi; así lo recuerda con amargura, la profesionista, mujer, hija, y hoy activista de la lucha feminista, quien afirma que ser mujer en México significa vivir con miedo todos los días y no saber si se regresará a casa con sus seres queridos.
Frente a los señalamientos de violencia y cerrazón al grupo feminista pide dimensionar la realidad de la mujer mexicana en la que, de acuerdo con datos del secretariado ejecutivo de Sistema Nacional de Seguridad Pública, en lo que va del año se contabilizan 448 feminicidios, y mil 895 mujeres han sido violadas.
“Mucha gente empieza a hablar de que no son las formas ¿Por qué contra el ángel?, ¿Por qué contra el transporte público?, que si el reportero, que si no, lamentablemente estamos en un punto en el que están desapareciendo mujeres, nueve mujeres en promedio al día en México, y hay un hartazgo social porque esas nueve mujeres que desaparecen no van a ver justicia.”, acusó la activista.
Advierte que la cultura de la violación y el machismo en un sector de la población en México está tan arraigada que debe asustarnos y ponernos en alarma porque nadie escucha y nadie hace nada, “Lamentablemente esta tuvo que ser la forma para que nos prestaran atención, que se regrese la atención en donde tiene que estar, el Ángel se rayó y lo van a reparar, los vidrios ya están puestos, la estación del metrobus ya la arreglaron, pero a las niñas que mataron, que dejaron niños huérfanos, que dejaron una familia rota, daños psicológicos en todas las mujeres violadas, ¿Eso quién lo repara? nos están matando.”, agregó.
Como sociedad, afirma, no debe indignarnos las pintas o los destrozos, sino que se pierda la vida de una mujer de forma violenta, que el salir a manifestarse y a expresar que te duele “Para todos aquellos en casa que hagan una reflexión pequeña qué harían ustedes si fuera su hija, si fuera su hermana, si fuera su mamá. Todos, si a un familiar nos lo matan, nos lo violan, nos entregan un solo hueso, creo que todos estaríamos bastante ofendidos con una rabia, con un enojo, con una impotencia que nos haría querer levantar la voz y buscar justicia.”, finalizó.