Las obras del trolebús agudizan embotellamiento en la entrada a Chalco
*Iván A López*
Miles de automovilistas que circulan todos los días por la carretera México Cuautla en el tramo entre la caseta de la autopista México-Puebla y la entrada al municipio de Chalco, se quejan por el tiempo que se pierde en un “cuello de botella” que se forma por las obras del Metrobús Santa Martha Chalco.
Los avances en las obras de construcción de la terminal del trolebús han sido lentos y molestos para los automovilistas quienes deben pasar todos los días por ese tramo de que retrasa en horas pico hasta 20 minutos para poder pasarlo.
“Diario es lo mismo ya sea en las mañanas cuando voy a trabajar o en las tardes de regreso, las obras en el carril central del camellón y a un costado de la carretera y el paso de la gente nos obligan a ir más lentos, y porque se reducen los carriles”; dijo un chofer de transporte público.
Otro automovilista hizo la observación de que los vehículos que llegan por Ixtapaluca en dos carriles, se topan con los dos carriles de quienes salen de la autopista, más delante de los cuatro carriles se convierten el dos solamente.
“He estado a punto de pegar o que me peguen porque todo mundo quiere pasara primero y no hay cortesía de nadie para incorporarnos en la reducción de carriles, mientras que los trabajadores de la obra del Metrobús que abandera el paso de los peatones no ayudan en nada, solo nos obligan a detenernos, en lugar de exhortar a la gente a pasar por el puente peatonal”, dijo otro señor.
En ese sentido, cabe recordar que en el mes de julio la estructura del puente obligo a las autoridades a clausurarlo para evita un accidente y aunque fue rehabilitado en menos de una semana, resulta insuficiente para toda la gente que pasa de un lado al otro de la carretera por la escuela o para hacer compras.
Uno de los ingenieros responsable de esos trabajos reveló que los embotellamientos continuarán al menos hasta septiembre del 2023 y que a los automovilistas y transportistas no les queda otra que armarse de mucha paciencia, pues han comenzado a cavar para enterrar los pilotes que soportarán el puente elevado para el paso del trolebús.