Llaman a no comprar terrenos sin verificar la legalidad de los predios
*Luis Ayala Ramos*
La venta de terrenos en los municipios de la zona oriente del Estado de México es un gran negocio para grupos de fraccionadores que aprovechan la desinformación para vender predios de manera ilegal y es difícil atraparlos, pues cuando son descubiertos ya desaparecieron y se van a otra zona para buscar nuevos incautos.
Personas que han sido defraudadas señalan que es muy fácil ser enganchados por estos defraudadores, pues a lo largo de las carreteras, México-Cuautla, México-Texcoco o México-Puebla, se pueden ver letreros que anuncian la venta de terrenos con muchas facilidades.
“La necesidad por tener un lugar donde construir un hogar y la facilidad de hacer pagos mensuales no convencen de comenzar a pagar por lo que esperamos se convierta en nuestro patrimonio, desafortunadamente nos enteramos de que todo es un fraude cuando intentamos tramitar las escrituras o solicitamos servicios y nos dicen que se trata de un asentamiento irregular”, dijo un padre de familia de los muchos que son defraudados.
Para tratar de evitar esta situación, la Asociación Mexicana Profesionales Inmobiliarios, (AMPI), ofreció asesoría gratuita a compradores de terrenos para que no arriesgue su patrimonio.
Brisia Mendoza Herrera, presidenta del Consejo Seccional Valle del Anáhuac de la Asociación Mexicana Profesionales Inmobiliarios, reconoció que el fraude en la venta de terrenos es un problema muy serio en los municipios del oriente del Estado de México, donde muchos terrenos de siembra en desuso son lotificados son los permisos correspondientes.
“La Asociación Mexicana Profesionales Inmobiliarios, y el Consejo Seccional Valle del Anáhuac, tendrá las puertas abiertas para dar asesoría a personas que decidan a comprar terrenos y no les hagan fraude, que en la mayoría de las veces sucede”, dijo.
Por otra parte mencionó que durante la pandemia hubo un incremento en la oferta de casas en venta, como consecuencia del desempleo y las necesidades económicas de las familias, pero sólo un 20 por ciento se vendían.
