Marchamos por todas, ni una más
*Melchor García*
Una vez más las calles del Estado de México se cimbraron con la misma voz de reclamo: No más muertes de mujeres, No más feminicidios, No más impunidad. En esta ocasión el rostro de Fanny, como hoy le dicen incluso aquellos que no la conocen, es la bandera que exige una respuesta clara y contundente del Estado de lo contrario, exigen, que se vayan.
¡Disculpen las molestias nos están asesinando!, ¡De camino a casa quiero ser libre no valiente! ¡Nuestra vida si importa! Eran tan sólo algunas de las leyendas que se leían y exclamaban los manifestantes quienes abrazaron como suyo el dolor de la familia Morales García.
Luego de que el cuerpo de Rosalinda Estefhanie Morales García fue encontrado sin vida este lunes, en el municipio de Acambay tras desaparecer el jueves pasado luego de salir de su trabajo, este martes la indignación fue mucha y las ganas de gritar se desbordaron en la marcha y protesta para exigir justicia en su caso.
Esthefanie tenía 29 años era madre de un pequeño pudo ser mi hermana o la madre de mi hijo, duele porque pudo ser cualquiera de nosotros, gente buena que solo quiere vivir en paz, así se preguntaba Marco uno de los manifestantes mientras cargaba una cartulina que decía:
“Soy hombre y me duele la violencia contra las mujeres, vengo de una, mi madre”.
Sin importar el sol que caía a plomo, un poco después del mediodía en la capital toluqueña, los inconformes caminaron por el primer cuadro de la ciudad en las inmediaciones de Palacio de Gobierno, encontraron la avenida Morelos hasta la Fiscalía de Justicia donde reiteraron su reclamo de justicia.
“Lamento no poder estar con ustedes, estoy en la fiscalía, para nosotros es importante que esto se esclarezca. Tengo esta consternación de pensar que mi hija ya no va a estar, de entrar a mi casa y saber que ya no la voy a poder tener a un lado, pero estoy tratando de hacerlo, de apoyar lo más que se pueda, por mi hija, por todas las mujeres que están pasando lo mismo que yo, hay mamás que no tienen un cuerpo, que no tienen ni siquiera eso”, exclamó la madre de Rosalinda Estefhanie vía telefónica al pedirles a todos que no dejen que la indiferencia se vuelva en silencio.