Mariposa traicionera
*Carlos Vargas*
Los Diablos llegaron a Morelia como favoritos y desde el principio de las acciones tomaron control de un equipo purépecha que salió nervioso y no se le veía por donde pudieran detener al líder de la competencia.
Los dirigidos por el exportero Hernán Cristante se veían cómodos y confiados, ya que al minuto 15 llegó el gol, esperado por todos, de un tiro de larga distancia proveniente de la pierna de Pablo Barrientos, que a contraataque vio adelantado al guardameta purépecha y no dudo en el tiro; 45 minutos cursaron con un dominio absoluto de los diablos, que vistieron de blanco en este encuentro.
Regresaron del descanso ambos equipos, pero el cuadro de Monarcas salió más ordenado y tranquilo, ya que adelanto filas al 56, en una jugada rápida y después de un cabezazo al travesaño, Antonio Ríos no despega la pelota y se la da a Mario Osuna que la mete al fondo de la portería choricera.
Los Diablos no reaccionaron, la media cancha no lograba conectarse y el golpe anímico del empate les cobro factura, y unos minutos después llegaría el segundo gol para Monarcas, después de un gran centro para encontrar a Emanuel Loeschbor, que le dio la vuelta al marcador.
Morelia se cansó de tirar centros a segundo poste y los centrales de Toluca no se la aprendieron nunca; la media cancha sin precisión, Quiñones, Sambueza, Barrientos perdidos en la punta, con un Canelo nervioso.
Fernando Uribe trajo a la cancha una consigna desde la banca y lo hizo saber a sus compañeros, que lograron ajustar para que la ventaja de Morelia no creciera; ya entrando en la recta final del encuentro, el Toluca consiguió el empate, gracias a Uribe.
Este partido sin duda deja enseñanza a todo el cuadro rojo, si es que quiere lograr la tan anhelada 11° estrella; no hay equipo chico en la liguilla y por ende no se puede confiar, tienen que ser 90 minutos de concentración.
La vuelta será el domingo en el infierno, a las 12 del día; Toluca tiene todo para lograr su pase, ya que juega en su casa y tendrá un estadio lleno apoyándolos.