Moody’s cambia calificación para México a negativa; Sheinbaum asegura estabilidad
*Redacción Diario Evolución*
La agencia calificadora Moody’s cambió a negativa la perspectiva de calificación de la nota soberana de México ante el debilitamiento del marco institucional y de la formulación de políticas que pueden socavar los resultados fiscales y económicos.
El cambio responde a los riesgos fiscales y estructurales que, de acuerdo a la calificadora, limitan la capacidad del Gobierno para manejar los desafíos económicos, particularmente en el contexto de reformas políticas específicamente la reforma judicial, que resalta podría afectar los controles y equilibrios en el sistema judicial, lo que a su vez impactaría la confianza de los inversionistas.
Tras esto, la presidenta Claudia Sheinbaum afirmó desde Palacio Nacional que el cambio a la calificación crediticia por parte de Moody´s es una decisión sesgada. En este sentido, lanzó un llamado a los inversionistas interesados en México para asegurarles que se trabaja con el sector privado para continuar las inversiones en la nación mexicana.
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“No sé por qué hay un supuesto debilitamiento institucional, tendrían que dar más argumentos o pruebas para ello, muchas veces estas calificadoras están concentradas a evaluar a partir de un modelo económico. Ese es el modelo con el cual califica, y todo sabemos que a partir de 2018, el modelo de nuestro país cambió”, indicó.
Por otra parte, Moody’s también consideró la carga financiera de la estatal Pemex, que enfrenta dificultades de liquidez, pues consideró probable que el Gobierno absorba parte de las obligaciones financieras de la petrolera, lo que incrementaría el peso de la deuda soberana.
“Si bien nuestra evaluación de la calidad de las instituciones en México ya es baja en comparación con sus pares calificadores, particularmente en lo que respecta al estado de derecho y el control de la corrupción, evaluaremos si un mayor deterioro en el marco de formulación de políticas y la independencia del sistema judicial podría limitar la capacidad del gobierno para abordar los crecientes desafíos crediticios”, advierte.
G.L.