Normalizar violencia y agresiones puede derivar en relaciones tóxicas
Las relaciones tóxicas amorosas, familiares, de amistad o laboral requieren mutualidad para que se puedan concretar y su disolución dependerá de que uno de los participantes coloque los límites correspondientes que eviten convivir en un ambiente de hostilidad, coincidieron especialistas de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEMéx).
Durante el conversatorio semanal “Hablemos” que impulsa la Facultad de Ciencias de la Conducta (FACICO) de la UAEMéx a través de la plataforma de Facebook, especialistas de ese organismo académico abordaron el tema de las denominadas “Relaciones Tóxicas”.
La docente Alma Cecilia Gutiérrez García expresó que una relación tóxica es aquella donde predominan sentimientos y acciones que denotan odio, sadismo, desprecio por el otro o que son difíciles de tolerar de tanto quien las lanza como de quien las reciben.
“Hay mutualidad y reciprocidad y no hablamos solamente de relaciones tóxicas con la pareja, sucede con los amigos, con la familia, los padres, los hijos, con los que viven en la casa y los que viven en otro estado, también. Una relación llamada tóxica está impregnada de un importante nivel de hostilidad hacia el otro y con ello, hacia uno mismo”, dijo.
Al respecto, la también docente de FACICO, Yajaira Isayana Godínez Espinosa, refirió que en el caso de las relaciones tóxicas familiares las personas que se sienten afectados por la hostilidad del otro, debe aprender a lidiar con la situación para que no impacte en sus emociones ya que romper el vínculo es más complejo que las relaciones con externos donde puede existir una ruptura definitiva.
“Hablando de una relación familiar donde la mamá o el papá tienen este tipo de situación, también entra la parte de compresión, ver la manera donde ya no me afecte, porque una relación de trabajo tal vez la podamos romper fácilmente, me cambio de trabajo, pero en lo familiar hay que trabajar otro tipo de acciones como los límites y es que habrá algunas relaciones donde me pueda salir fácilmente, pero hay otras donde tenemos que vivir con esta cuestión sin que nos afecte”, dijo.
En tanto, la docente e investigadora de FACICO, Gabriela del Río Ponce indicó que para comprender por qué las personas se vinculan en relaciones tóxicas o forman parte de ellas se deriva del pasado, de lo que han vivido y han aprendido.
“Para no caer en eso, uno tiene que hacer un repaso de su historia y reconocer que lo que tenemos inconscientemente lo podemos llevar años después a las relaciones, son patrones, pero definitivamente no debemos normalizar la agresión en nuestra vida”, agregó.
Algunas acciones o sentimientos que se manifiestan en relaciones tóxicas son los celos, la manipulación, el control, personas que están buscando de qué manera hacer sufrir física o emocionalmente.
Las especialistas coincidieron que es un foco rojo que el uso de la frase relación tóxica sea más común porque implica que como sociedad estamos inmersos en un estado de violencia y hostilidad hacia un mismo y con los demás.
Hablemos es un conversatorio semanal que busca abordar temas de interés de la comunidad universitaria apoyado en especialistas que puedan ayudar a resolver dudas desde un lenguaje y explicación cercano a la población que lo sintoniza.