Política migratoria generará crisis humanitaria
*Melchor García*
Derivado de la política migratoria del nuevo gobierno de los Estados Unidos, en la frontera norte de México se corre el riesgo de vivir una nueva crisis humanitaria en materia de asistencia a menores sin protección ni cuidado de sus padres, así lo advierte Save The Children México.
A decir de María Josefina Menéndez, directora general de esta organización, urge generar los canales y programas para no sólo desalentar la migración, frente a este escenario de xenofobia en los Estados Unidos, sino al freno de la migración “no acompañada”.
Explica que el fenómeno migratorio sigue sin entenderse, toda vez que sólo se ataja en la frontera pero no lo atacan en su origen, es decir, desde la pobreza y marginación de las comunidades de migrantes en México y Centroamérica.
Con ello amenaza que esta nueva política migratoria de los Estados Unidos solo elevará la violencia hacia los migrantes.
“El riesgo es latente ahí está, las políticas de Trump están siendo inhibitorias para el proceso del triángulo norte, no para los niños mexicanos ese va a ese un tema (…) aún con esas políticas nos vamos a encontrar con un problema serio”.
Advierte que el problema será en mayor medida para el gobierno mexicano porque cuando esos niños no puedan pasar la frontera se quedarán en nuestro territorio, sin ninguna opción ni alternativa de vida.
Llamó con ello a la generación de procesos de participación infantil en sus comunidades, para desde ahí generar proyectos culturales y educativos de arte cultura y deporte para, si no erradicar la migración, reducirla drásticamente, logrando que niños mayores y menores no se incorporen a redes de la delincuencia.
“Estamos trabajando un proyecto de atención para niños migrantes en El Salvador, Guatemala y en Honduras con la intención de demostrar que si hacemos una inversión en estas comunidades, reducimos violencia, generamos protección y abrimos puertas de protección les damos proyectos de vida”.
Destacó que actualmente la inversión debe ser sostenida en todos los niveles del desarrollo de los menores hasta que cumplen los 18 años, con modelos de crecimiento comunitario generando interés por permanecer en la educación.
