Respeto a la muerte y recuerdo a nuestros difuntos
*Melchor García*

Desde este lunes comenzó el arribo de aquellos que se nos adelantaron en el camino, la llegada del ánima sola, los muertos sin alivio, las ánimas del purgatorio, todos los santos y los fieles difuntos.
Fiesta dedicada a los muertos que, a decir de Antonio de Jesús Moreno, antropólogo especialista en religión, no debe entenderse como un culto, ni celebración a la muerte sino el festejo a nuestros difuntos, un día de recuerdo para un año de olvido.
La celebración mexicana única desde la vinculación de la cosmogonía judío cristiana con el ámbito prehispánico.
“Todos los sistemas religiosos parten de pensar que se va a enfrentar cuando llegue la muerte en este caso la sociedad prehispánica tenía la idea de una trascendencia de ir a otro mundo según el tipo de muerte la siguiente etapa de vida que tendrías. En el caso de los muertos se juntan esta festividad prehispánica de los muertos y la de los fieles difuntos para tratar de apropiarse al final de cuentas, la Virgen de Guadalupe, exactamente los mismos con la divinidad de Tonatzin, se sustituye al final de cuentas el culto es prehispánico bajo una careta católica.”, explicó.
Ciclo festivo que explica se ha modificado a partir de un fenómeno cultural que está vivo entre generaciones y que no debe de asustarnos al ser de origen una tradición que mezcla religiones haciéndose única hoy con elementos del Halloween.
“No podemos prohibir manifestaciones culturales, no va haber Halloween porque se pierde nuestra cultura, al final de cuentas la fiesta que tenemos es también una mezcla es aceptar el cambio cultural y dar en entrada a nuevas tradiciones, antes pedíamos calaverita hoy Halloween es una manera de preservar nuestras tradiciones.”, dijo.
En el marco del escenario de violencia y muerte que empaña el país producto de la inseguridad reconoce que esta fiesta es una catarsis para asimilar el destino único para todos. “Estamos tan en contacto y más en este momento de la historia que estamos tan llenos de violencia es una manera de atenuar la penalidad de la muerte ya lo decía Octavio paz en el laberinto de la soledad, el mexicano está tan habituado a la muerte que no le tiene miedo puede convivir con ella, es saber que existe y que al final de cuentas es lo único seguro.”, finalizó.