Sociedad Aeroespacial UAEMéx, entre las mejores cinco del Encuentro Mexicano de Ingeniería en Cohetería Experimental
Con el objetivo de acercar a la comunidad universitaria al sector aeroespacial e impulsarlo dentro de la entidad mexiquense, 20 estudiantes de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEMéx) crearon la Sociedad Aeroespacial de la Facultad de Ingeniería. Desde hace aproximadamente dos años y medio han desarrollado satélites enlatados y cohetes experimentales.
El equipo está conformado por estudiantes de diferentes carreras como Ingeniería Mecánica, Ingeniería Electrónica, en Computación e, incluso, de otras carreras como Bioingeniería Médica y Física. Es liderado por Luis Angel Romero Salas, capitán del Capítulo Espacial y alumno de noveno semestre de Ingeniería Electrónica, y Angélica Bravo Figueroa, subcapitana del equipo y alumna del noveno semestre de Ingeniería en Sistemas Energéticos Sustentables.
Durante su trabajo dedicado al sector aeroespacial, han fabricado satélites enlatados, que son dispositivos que se almacenan dentro de un contenedor del tamaño de una lata de refresco de 650 mililitros; los cuales permiten simular las funciones de un satélite, como la obtención de datos atmosféricos, ambientales y la captura de imágenes, información que son transmitida a una estación terrestre.
También, han trabajado con cohetes experimentales, que son a escala y tienen como objetivo el llegar a una altitud determinada y aterrizar de manera segura con un sistema de recuperación, es decir, un paracaídas). Estos cohetes también pueden recolectar datos ambientales y llevar dentro del mismo una carga útil, que puede ser un satélite enlatado. Para su fabricación, es necesario el uso de materiales resistentes que puedan soportar ambientes extremos, como la temperatura y la altura.
Su primer cohete fabricado es “XITZIN-1”, una palabra en náhuatl que significa “estrella fugaz”. “Quisimos ponerle ese nombre porque se nos hacía muy relacionado y para no perder esas raíces, que no pierda la esencia mexicana”, mencionó Luis Angel. Este cohete está compuesto de materiales como fibra de vidrio, aluminio de grado aeroespacial y componentes hechos con ayuda de impresoras 3D.
El cohete “XITZIN-1” posee la capacidad de llegar a un kilómetro de altura y tiene como objetivo principal el capturar datos ambientales; como lo son la presión atmosférica y la altitud, así como datos de trayectoria con el uso de acelerómetros y giroscopios, dispositivos que permiten conocer acerca de la aceleración y giratoria del cohete.
Desde el diseño del cohete hasta su fabricación, el equipo ha trabajado de manera independiente, componiendo su producto en tres partes esenciales: los motores o sistemas de propulsión, los sistemas de aeroestructuras (fuselajes, estructuras internas, bahías de carga) y los sistemas de control y de recuperación (sistemas electrónicos).
La mayor parte del ensamblaje y manufactura de “XITZIN-1” fue dentro de las instalaciones de la Facultad de Ingeniería de la UAEMéx, trabajando en áreas como el taller de termo fluidos, salones de clases y laboratorios para pruebas de combustible y el torneo del motor.
El tiempo de elaboración del primer cohete fue de nueve a diez meses de trabajo con el que lograron una destacada participación en el Encuentro Mexicano de Ingeniería en Cohetería Experimental (ENMICE) 2022, colocándose dentro de los cinco mejores equipos de 40 universidades participantes.
Para el próximo año, la Sociedad Aeroespacial de la Facultad de Ingeniería participará de nuevo en el ENMICE 2023 y competirán a nivel internacional en el CanSat Competition 2023, que tendrá lugar en Virginia, Estados Unidos, para el cual deben construir un satélite enlatado que será lanzado mediante un cohete, que deberá aterrizar con apoyo de dos paracaídas y escudo térmico, con el objetivo de capturar datos y transmitirlos durante el descenso, y en el Latin American Space Challenge, donde se desafía a los equipos participantes a diseñar, simular y lanzar cohetes, entregando reportes de avance, encuentro donde participarán con la siguiente versión de su cohete, el “XITZIN-II”, entrando en la categoría de tres kilómetros.