Supera 22 años de adicción a sustancias psicoactivas con TTA
Beetoven, joven de 32 años, superó más de dos décadas de adicción a distintas sustancias psicoactivas, gracias al Programa de Justicia Terapéutica en el modelo de Tribunal de Tratamiento de Adicciones TTA del Poder Judicial del Estado de México.
Indígena zapoteco nacido en Sierra Juárez, Oaxaca, a los nueve años conoció la marihuana y sus efectos en el cuerpo, cuando jóvenes siete años mayores que él, le ofrecieron, poco a poco le generó dependencia y aprendió a ser discreto ante su familia, quienes se dieron cuenta meses después sin lograr alejarlo de la droga.
Al término de la audiencia de suspensión condicional del proceso, en el Juzgado de Control del Distrito Judicial de El Oro, Beetoven contó que los constantes problemas que tenía al estar bajo el influjo de la droga y una pelea que terminó con la hospitalización de su vecino, lo llevaron a reflexionar y pedir ayuda. Entonces logró disminuir la dosis que ingería, pero al no superarlo, hace casi un año fue detenido por portación de marihuana y luego candidato al TTA lo que -aseguró- le cambió la vida.
Después de ocho meses bajo revisiones periódicas y pruebas de antidoping, superó su adicción al consumo de sustancias psicoactivas.
“Esto te cambia la vida, no es fácil, pero es una segunda oportunidad para ser mejor persona y me siento más seguro de salir adelante, ya tengo las herramientas suficientes”, añadió.
Durante la audiencia, Vicente Castillo Guadarrama, juez de Control especializado en materia de tratamiento de adicciones, indicó que el participante cumplió con los requisitos del programa donde se aplicaron protocolos para personas de grupos originarios, por lo que decretó extinta la acción penal y determinó el sobreseimiento de la causa. Agregó que este participante terminó su tratamiento antes del tiempo pronosticado.
Los integrantes del grupo interdisciplinario del Instituto de la Defensoría Pública, la Fiscalía Especializada, el Instituto Mexiquense contra las Adicciones y la Secretaría de Seguridad Pública, presentaron los reportes finales del seguimiento que se dio en el tratamiento que recibió, por lo que Beetoven hoy tiene una segunda oportunidad de vida.
A este caso de éxito se sumó Luis Fernando graduado en el juzgado de El Oro y Eduardo en el de Jilotepec, en audiencias por separado que presidió el mismo juez Castillo Guadarrama.