Termina “luna de miel” entre AMLO y La Mayoría Silenciosa
**Urge legislar para acabar con la impunidad**
**Sigue conflicto por acoso en la UAEMéx**
Lo que parecía un amor interminable entre el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador y La Mayoría Silenciosa, está llegando a su fin, de acuerdo con la encuesta del periódico Reforma, su aprobación está en el 59 por ciento y su desaprobación creció al 35 por ciento, gran caída, en escasos tres meses perdió 9 puntos porcentuales. La inseguridad y no tomar decisiones en temas trascendentales como la economía y disminuir la pobreza le están pasando la factura y no se ve que pueda llegar fortalecido a la elección intermedia.
Su gobierno ha sido gris, así lo demuestra el sondeo realizado, ya que los principales temas, como la situación económica del país, familiar y corrupción, están a partes iguales (ha mejorado, ha empeorado o sigue igual), no se aprecia la labor realizada por su gobierno. Mientras la seguridad y la violencia destacan por su aumento; 47 por ciento de los encuestados aseguran que la seguridad ha empeorado, 57 por ciento dicen que la violencia aumentó.
La Mayoría Silenciosa apenas lo aprueba con un 54 por ciento, con respecto a las buenas decisiones que ha tomado por 38 por ciento que reprueban su actuar. Se enteraron que detuvieron a Emilio Lozoya, pero son más los que creen que no lo llevará a la cárcel para que sirva como ejemplo de corrupción.
Sus resultados para reducir la violencia, combatir al crimen organizado, mejorar la economía del país, reducir la pobreza y generar bienestar se encuentran en número rojos. Mientras el combate a la corrupción y mejorar el ingreso de las familias, está en números verdes.
Al paso que va, López Obrador, terminará pronto con su capital político, encarcelar priistas, incluyendo a Enrique Peña será su única opción para recuperar simpatías, sin embargo, más allá de eso, La Mayoría Silenciosa debe estar consciente que el presidente necesita contrapesos en lo legislativo y si se puede, en el Poder Judicial también.
Lamentablemente para La Mayoría Silenciosa no hay figuras en los partidos de oposición que puedan capitalizar ese desencanto contra Andrés Manuel López Obrador y, mientras el presidente termina su luna de miel con la ciudadanía, los partidos opositores están tratado de recuperarse del tsunami que les pasó en el 2018.
Lo cierto que es que la gente está consciente de las limitaciones del presidente para llevar a buen puerto al país, su buena voluntad no alcanza para hacer crecer la economía y mucho menos para frenar la violencia que azota a todo el territorio nacional. Si bien es cierto que quiere llevar la fiesta en paz con los grupos delictivos, cada vez abandona más a los 30 millones de personas que votaron por él en las urnas.
Tiempo hay de sobra para recomponer el camino, lo cierto es que no se ve la voluntad de López Obrador para brindarle seguridad a La Mayoría Silenciosa, están entre la espada y la pared, por un lado, se levantan todos los días a producir y hacer crecer la economía y, por el otro, viven a meced de los grupos delictivos, están creando riqueza, pero Hacienda les aplica terrorismo fiscal.
En los Congresos
Sin duda los legisladores del Congreso de la Unión y los congresos locales trabajan en iniciativas que ayuden a mejorar la calidad de vida de los mexicanos, pero también es cierto que han descuidado la parte que más afecta a La Mayoría Silenciosa, la impunidad, que es el flagelo que afecta no sólo a la entidad sino a todo el país.
Porque de nada sirve incrementar las penas a los delitos, forzar plazos y obligaciones, si no hay castigo para los infractores, un imperante para trabajar por parte de todos los partidos políticos es la impunidad, en todas las materias.
En la UAEMéx
El conflicto por el tema de acoso en la UAEMéx, alcanzó dimensiones inesperadas, debido a ello, el rector, Alfredo Barrera Vaca, canceló el evento protocolario de su tradicional informe de labores; seis maestros han sido despedidos, hay 50 denuncias en contra de profesores y varias facultades se han ido a paro.
Y mientras esto sucede, los involucrados se echan la bolita unos a otros, las autoridades indican que no hubo negligencia en la atención de los problemas, aseguran estar dispuestas al diálogo, los estudiantes afirman que hay denuncias que llevan hasta dos años sin que la UAEMéx actué para frenar el acoso. La disputa sigue y, sólo se espera que no haya un paro general que ponga en riesgo el ciclo escolar.